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NOTA
CENTENARIO DE «L'ECOLE BIBLIQUE» DE JERUSALEN Durante los días 19-23 de noviembre se celebró en Franchevllle (Lyon) un Congreso Internacional de biblistas y orientalistas con más de un centenar de participantes, organizado por Ia Universidad católica de Lyon, para rendir homenaje al famoso Centro de estudios bíblicos de Jerusalén, fundado por el gran Maestro de Ia exégesis católica moderna, el P. María José Lagrange. Los orígenes de esta Institución, que había de tener tanta influencia en Ia formación de especialistas y profesores en ciencias bíblicas, fueron bien modestos. El mismo P. Lagrange en sus Recuerdos ', escritos en 1926, nos da cuenta de las circunstacias de su fundación. Después de seis años de estudios teológicos en el Convento de San Esteban de Salamanca, por haber sido expulsado los religiosos en Francia en 1880, se dedicó a Ia enseñanza de Ia Historia Eclesiástica, al par que se iniciaba en Ia célebre Universidad salmantina en Ia lengua hebrea, y en privado en el árabe y en el siríaco con vistas a dedicarse a los estudios bíblicos2. Al volver a Francia, en 1886, fue destinado a Toulouse, donde se dedicó a Ia enseñanza de Ia Filosofía y de Ia Sagrada Escritura. Dada su vocación clara hacia los estudios bíblicos, fue enviado a estudiar lenguas orientales en Viena, y allí se inició en acadio, egipcio, continuando sus estudios de árabe y siríaco. A fines de 1889 se Ie comunicó que debía trasladarse a Jerusalén para fundar un centro de estudios bíblicos. La idea no Ie pareció bien, porque no veía Ia posibilidad de tener estudiantes ni una biblioteca medianamente digna para ese ambicioso proyecto. Así, pues, Ia idea de Ia fundación de «L'Ecole Biblique» no es del P. Lagrange, sino anterior a él, pues ya en 1883 se habían comprado los terrenos en que había estado Ia antigua basílica en el lugar supuesto del martirio de San Esteban, y el P. General de Ia Orden dominicana, el español P. Larroca, había favorecido el proyecto de un centro de estudios bíblicos en ese lugar. El mismo papa León XIII en 27 de enero de 1883 apoyaba Ia idea en Ia audiencia concedida al P. Mathieu Lecompte, pues veía Ia posibilidad de que los dominicos se formaran como «hombres de ciencia, para ser útiles a Ia enseñanza de Ia sólida teología- 3. El P. Lagrange obedeció a Ia orden de desplazarse a Jerusalén, llevando por todo equipaje intelectual tres libros: una Biblia, el Breviario y una Guía de
1 Véase P. Benoit, El Padre Lagrange al servicio de Ia Biblia (Bilbao 1970) 17 ss. 2 Por el mismo motivo de haber sido expulsados los religiosos de Francia, el gran asirólogo —descifrador primero del Código de Hammurabi— V. Sheil hizo sus estudios teológicos en Belmonte (Cuenca), y el humanista P. Sertillanges en Uclés (Cuenca) con el gran predicador P. Janvier. 3 Cf. M. L. Lagrange, Saint Etienne et son sanctuaire à Jerusalem (Paris 1894) 99.
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