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ESTUDIOS
«PSYCHÉ». EL RETORMO DE UN CONCEPTO EXILIADO
Lo que deseo proponer en las páginas que siguen es, fundamentalmente, una pura y simphi sugerencia: Ia antropología teológica ha de volver a abrir el viejo dossier del alma. Sorprende Io poco (y Io malo) que Ia teología mmualística preconciliar decía sobre Ia cuestión. Naturalmente hablaba de eUa muchas veces, pero con un discurso tediosamente reiteralivo (todo el mundo decía Io mismo, esto es, poco), absolutamente exento de originalidad (sobre el concepto ha gravitado de forma crónica Ia hipoteca helenista) y curiosamente vacío e irrelevante; raras veces se contemplaba el alma en su contexto antropológico global, por Io que cuanto de ella se afirmaba no acababa de saberse de quién o ie qué se afirmaba. Tras el concilio, se ha desembocado en una esp>5cie de ocultación vergonzante del problema; hecha abstracción de los trabajos de índole positiva, que se ocupan de él en Ia Escritura, Ia patrística o Ia teología medieval, el silenciamiento del concepto alma por parte de los teólogos sistemáticos sólo se ha visto interrumpido en los últimos años esporádicamente (Tresmontant, Thielicke, Batzinger y, entre nosotros, Benzo) l. Estas voces aisladas no han logrado hacer de él un objeto de debate generalizado; el abordaje seseado del mismo (por ejemplo, en el contexto de las disputas sobre el estado intermedio o el ataia separada) no contribuye a mejorar las :osas. El ostracismo que padeoe Ia temática del alma es tanto más paradójico cuanto que los teólogoí de nuestros días sí escriben (y por cierto con ostensible entusiasmo, ííntoma acaso de una mala conciencia)
1 C. Tresmontant, Le problèrr.e de l'Ome (Paris 1971); H. Thielicke, Mensch sein, Mensch werden. Entwurf einer christlichen Anthropologie (München 1978); J. Ratzinger, Eschatologie. Tod und ewiges Leben (Regensburg 1977); M. Benzo, 'Para una teologia de Ia relacióa entre conciencia y corporalidad', en Varios, Antropologia y teologia (Madrid 1978); Id., Hombre profano, hombre sagrado (Madrid 1978) 193 SS.
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