|
368
B ECE N S I O N ES
diversas fórmulas: las del talión (comunes a las de los códigos orientales) y las de mót-jumat y arur, propias de Ia legislación hebraica. Como Ia exposición es sistemática no cabe duda que sirve para esclarecer el problema de las formas primitivas jurídicas en Ia tradición bíblica dentro de las perspectivas de Ia «Formgeschichte». M. García Cordero
2) Teologia dogmática B. Weissmahr, Gottes Wirken in der WeIt. Ein Disku,ssionsbeitrag zur Frage der Evolution und des Wunders (Frankfurt a. M., Knecht Verlag, 1973) 198 pp. La teología católica siempre ha defendido y ha de defender el hecho de Ia intervención especial, personal, libre de Dios en Ia historia humana y en el curso de Ia naturaleza para manifestarle al hombre el proyecto de salvación respecto de Ia humanidad. La explicación científico-teológica del hecho siempre ofrecerá dificultades a Ia inteligencia humana. El A., no satisfecho con Ia explicación tradicional, abre nuevos caminos a Ia investigación; siempre a nivel de teoría sujeta a continuada revisión. Se fija en dos momentos importantes en los cuales, según Ia teología católica, es indispensable hablar de una intervención inmediata, especial, personal de Dios: Ia producción del alma de cada ser humano por creación y Ia producción del milagro como obra de Ia omnipotencia de Dios, sin el concurso de los agentes naturales; obrando Dios sólo, fuera de, sin o contra las leyes naturales. Expone en primer término Ia enseñanza tradicional sobre Ia creación del alma y sobre el milagro. En ambos casos Ia explicación clásica adolece, según B. Weissmahr, de los mismos defectos: Una concepción estática de los seres naturales, particularmente los materiales; Ia pretensión apriorística de conocer ya Io que pertenece a Ia esencia de cada categoría de ser y las posibilidades internas de dinamismo. Por otra parte, el pensar que Dios pudiera producir en el mundo efectos reales sin el concurso del dinamismo de los agentes creados y como supliendo este dinamismo, apenas podría evitar Ia sospecha de antropomorfismo, al imaginar a Dios como un agente físico en concurrencia con los agentes naturales. La ciencia y Ia filosofía moderna exigen un modo de ver Ia materia más dinámico, evolutivo y perfectivo. La materia se perfecciona continuamente por su dinamismo inmanente, produciendo efectos que superan Ia perfección de los anteriormente logrados, en perfeccionamiento ascendente desde Ia materia no viviente hasta culminar en Ia materia tan perfeccionada que en ella brota, siempre bajo Ia acción de Dios personal, libre, peculiar, el ser humano síntesis de cuerpo-alma, materia-espiritu. No produce Dios el «alma- en Ia materia sin el concurso del dinamismo inmanente a los agentes naturales. Respecto al milagro propone el A. Ia superación de Ia teoría tradicional, que exigía una intervención tan personal de Dios, tan especial que el efecto milagroso sería producido, en última instancia, por sólo Dios, sin el concurso de los agentes creados correspondientes. Tesis básica de Weismahr reiterada constantemente es ésta: Debe mantenerse Ia intervención libre, especial, personal de Dios en Ia historia humana, en el mundo, pero siempre con el concurso de las causas segundas. La intervención divina, por especial e intensa que se Ia suponga
|