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LATEOLOGIA DEL PECADO ORIGINAL Y EL DOGMA DE LA INMACULADA
La creencia en Ia universilidad absoluta del pecado original constituyó, durante siglos, un pertinaz obstáculo a que muchos teólogos aceptasen Ia doctrina de Ia concepción inmaculada de María. Pero, luego, declarada verdad de fe Ia «piadosa opinión», el dogma mariano se habría tornado, generosamente, en garantía de Ia creencia en el pecado original. Por eso, no es raro ver que, entre las razones teológicas para demostrar («confirmar») el dogma del pecado original se aduzca ésta: Se prueba también «por el dogma de Ia inmaculada concepción de María, en cuanto privilegio que implica Ia existencia de una ley general» 1. La relación, por tanto, entre ambas creencias no podría ser meramente externa, debida a circunstancias históricas transeúntes, «entre el dogma del pecado original y el de Ia Inmaculada Concepción de María, Ia relación que establece Ia analogía de Ia fe es tan íntima que mutuamente se condicionan intrínsecamente» 2. Al definir Ia exención, por singular privilegio, de María, Ia Iglesia habría confirmado indirecta, pero realmente, Ia existencia de esta ley general: Todo descendiente natural de Adán, al llegar a Ia existencia, se encuentra en situación de muerte espiritual, de pecado original, ante Dios. Pensando en esta conexión intrínseca entre ambas verdades, se comprende el hecho de que, al entrar en profunda crisis Ia enseñanza tradicional sobre el pecado original, el dogma de Ia inmaculada concepción de María haya de ser sometido también a un proceso de reformulación correspondiente. Ya en el año 1969 fue recogido el tema por
1 I. F. Sagües, De Deo creante et elevante. En Ia «Sacrae Theologiae Summa», H (ed. BAC, Madrid 195S) n. 931. 2 Joaquín María Alonso, 'Cuestiones actuales: IV ¿Desmitologización del dogma de Ia Inmaculada Concepción de María?,' Ephemerides Mariologicae 23 (1973) 95.
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