|
518
RECENSIONES
Ia legislación Aquisgranense para el resto de Europa. En este contexto, Ia benedictinización penetra, se afirma y domina con éxito incluso en las zonas más arcaizantes y aisladas. Por razones, en parte idénticas y en parte específicas, Ia benedictinización de Ia Península aparece sincronizada con el fenómeno más general de Ia europeización del derecho canónico en España. El Monasticon del tercer volumen recoge una ingente cantidad de información sobre cada uno de los monasterios hispánicos de lps que hay alguna evidencia documental desde el año 938 al 1109. Es un primer intento muy serio, que constituye un instrumento de trabajo excepcionalmente útil. Por sus anteriores publicaciones, era ya bien conocida Ia extraordinaria capacidad y penetración del Dr. Linage en esta clase de estudios, que no encierran secretos para él. Pero esta obra supera cuanto podría esperarse de una temática tan difícil y desalentadora. La ulterior investigación sobre Ia Alta Edad Media peninsular no podrá ya prescindir de esta obra verdaderamente monumental, tanto por Io que respecta a sus contenidos como por Io que se refiere a Ia metodología utilizada, que es modélica incluso para otros campos históricos. A. García y García
5)
Filosofía I. O. Wade, The intellectual development o( Voltaire (Princeton-New Jersey, Princeton University Press, 1969) XII + 808 pp.
Precedido de una serie de trabajos monográficos y fruto de largos años de trabajo Ia obra de Wade reúne todos los méritos para ser calificada de magistral. Moviéndose con soltura en medio de Ia enorme producción de Voltaire y en Ia masa bibliográfica que trata sobre él, Wade se propone reconstruir Ia realidad interna de su biografiado, especialmente difícil por Ia movilidad de su pensamiento, Ia multiplicidad de los géneros y campos que cultiva, Ia clandestinidad y disimulo con que procede, y Ia inmensa curiosidad intelectual que muestra. A fin de seguir paso a paso el proceso de creatividad de Voltaire, Wade va analizando los distintos períodos de su vida, otorgando justamente gran importancia al período de Cirey (17331749), que califica felizmente como un momento fecundo de reeducación de Voltaire, tras su fecunda experiencia inglesa (1726-29). Manejando hábilmente Ia producción de Voltaire, Wade nos presenta su evolución y los influjos que Ia motivaron. El inicial poeta, admirador de Horacio, Virgilio, Lucrecio, Boileau y Racine, se ve precedido por Viau, Caulieu y Déhenault; pronto pesaron sobre él influjos de círculos de librepensadores que cultivaban Ia ironía y el escepticismo. El período inglés, ampliamente reflejado en Ia correspondencia de Voltaire, marca el tránsito del poeta al filósofo. Son los años de Cirey (1733-49) los de fuerte vida intelectual, amplias relaciones culturales, intensa y diversa actividad pensante. Voltaire se interesa vivamente por Ia metafísica, Ia física, Ia historia, Ia educación, se ve envuelto en controversias, y se asoma con decisión a los campos de Ia crítica bíblica. Wade fija con muchos matices Ia actitud de Voltaire ante el cristianismo, al que objeta primordiabnente que no era tal. Situándolo frente a Pascal, Descartes, Newton, Locke, Bayle, Leibnitz, Spinoza, Malebranche, etc. Wade va perfilando las identificaciones y repulsas de Voltaire, especialmente afecto a Locke. El mundo interior de Voltaire aparece así reflejado con extraordinaria copia de datos y riqueza de matices. Compendiar las conclusiones de Ia obra es tan imposible como reducir a simple esquema todo el mundo del volterianismo, Ia original creación de Voltaire. Sólo siguiendo paso a paso estas páginas repletas de finos análisis podemos llegar a entender esta recreación del mundo interior creado por Voltaire en constante referencia y viva sensibilidad hacia su época. I. I. Tellechea Idígoras
|