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CUALIFICACION MAGISTERIAL Y DISCIPLINAR DEL DOCUMENTO Sobre Ia función magisterial de las Conferencias Episcopales Ante el documento de Ia Conferencia Episcopal muchos, con Ia mejor buena voluntad, se preguntan: ¿cuál es su verdadero alcance desde el ángulo del creyente, deseoso de vivir en plena coherencia su pertenencia a Ia Iglesia? No se trata ni de reducir su fuerza, ni de exagerarla. Se desea sencillamente conocer su justo valor para una conciencia cristiana rectamente formada. Una pregunta tan simple y elemental debería tener una respuesta igualmente simple y elemental. Y sin embargo, el escaso tiempo transcurrido desde Ia publicación es testigo de respuestas bien dispares, a veces claramente opuestas. Para unos, mera "suma de pareceres", al margen de cualquier autoridad magisterial propiamente tal 1 . Para otros, "documento episcopal con verdadero valor magisterial, aunque no impositivo" 2 ; "valiosa y segura orientación" que interpela Ia conciencia del cristiano3. Para el Secretariado del Episcopado, un acuerdo con valor directivo "en función del bien común y de Ia necesaria unidad de actividades de Ia jerarquía" 4. Comencemos reconociendo Ia complejidad del tema, pese a su aparente simplicidad. Ante todo, por Ia dificultad que implica el hecho mismo del magisterio, un día quizás valorado en exceso 5, y hoy con frecuencia desatendido y aun abiertamente contestado 6 ; un magisterio, en cualquier hipó1 Cf. B. Monsegú, 1La autoridad magisterial del documento "Iglesia y comunidad política" ', Iglesia-Mundo, 1 abril 1973, p. 16. 3 'Editorial', ViWa Nueva, 27 enero / 3 febrero 1973, p. 6. 3 'Editorial', Ecclesia, 27 enero 1973, p. 3. 4 Cf. Ecclesia, 27 enero 1973, p. 20. 5 Cf. K. Rahner, 'Kirchliches Lehramt und Theologie nach dem Konzil', Stimmen der Zeit 178 (1966) 407-8; G. Baum, 'El magisterio en una Iglesia cambiante', Concilium 21 (1967) 70-87. * Fenómeno ya denunciado en Ia carta del Card. Ottaviani, Pro-Prefecto de Ia S. Congregación para Ia Doctrina de Ia Fe, el 24 de junio 1966 (cf. AAS 58, 1966, 660), pero que adquirió insólita crudeza a raíz de Ia publicación de Ia Enc. "Humanae Vitae", como señala L. Gutiérrez Vega, 'El Magisterio oficial y Ia "Humanae Vitae" ', Iglesia viva 19/20 (1969) 31-42. El Arzobispo-Primado de Toledo habla de "desestimación y desconocimiento voluntario del Magisterio de Ia Iglesia, concretamente del Pontificio" ('Conferencia en Ia clausura de Ia V Semana de Teología', Ecclesia,
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