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R E C E N S I ON ES
selección bibliográfica que se pone al final de cada ponencia. El interés propio del tema y Ia variedad de problemática presentada hacen recomendable Ia lectura y manejo de esta colección para los interesados en los problemas de antropología teológica.
A. Villalmonte
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Filosofía
G. Brand, Die Lebenswelt. Eine Philosophie des konkreten Apriori (Berlin, Walter de Gruyter & Co., 1971) XXXVI + 651 pp. A pocos meses de Ia muerte de Husserl, su asistente L. Landgrebe insistía en Ia importancia que tiene el problema del mundo para comprender su pensamiento y las derivaciones de algunos discípulos como Heidegger. G. Brand se dio a conocer en 1955 con un importante estudio sobre los manuscritos inéditos de Husserl; Io que ahora nos presenta es una originalísima y prolija contribución a Ia Fenomenología, imposible de resumir en el marco de una reseña. El mundo de Ia vida (Lebenswelt) es el horizonte en el que se inscribe nuestro originario contacto con Ia realidad, del que siempre partimos y al que siempre volvemos. Pero este horizonte originario puede estar velado por prejuicios que arrastramos inconscientemente y entonces se hace precisa una reflexión en profundidad que Io patentice tal como es. La causa fundamental de esta ocultación Ia veía Husserl en el prejuicio racionalista de Ia matematización del conocimiento que, arrancando de Galileo, se ha absolutizado y ha perdido su sentido humano. Esta noción husserliana es de las más fecundas de su filosofía; se sabe que esta problemática influyó decididamente en el joven Heidegger, con este enlazó Sartre, y puso en marcha el pensamiento de Merleau-Ponty que era un conocedor acabado de los inéditos de Husserl. En Ia primera parte de su obra (pp. 3-201), Brand ofrece una importante contribución histórica al problema en los autores antes reseñados. Pero también es cierto que este tema, multitud de veces apuntado, no había sido tomado como objeto autónomo de reflexión y esto es Io que hace el autor en Ia segunda y voluminosa parte de su obra. El mundo de Ia vida es el inevitable punto de partida de todo conocimiento, el auténtico a priori concreto de todo saber. Nuestra corporeidad ocupa aquí con todas sus estructuras, el centro de referencia y en su análisis el autor, siguiendo un punto de vista que propugnaba ya por su parte el investigador italiano E. Paci y antes el propio Merleau-Ponty, se desenvuelve libremente integrando las conquistas de Ia más reciente Psicología empírica, del Psicoanálisis, del Marxúmo y de Ia Filosofía hermenéutica. En este sentido, Ia obra es una importante contribución al acerbo original de Ia Fenomenología e, inspirada en uno de sus puntos más fecundos, una superación intrínseca de las fórmulas más dogmáticas y anquilosadas de Ia Fenomenología clásica. Esto no da idea cabal de Ia riqueza de esta obra importante, cuya lectura reposada será siempre provechosa, aun para el que se halle alejado del horizonte intelectual de su autor. Imprescindible en el tema, tanto en su primera parte como en Ia segunda, lleva una completísima bibliogragía, un índice de autores y un índice analítico. El conocido editor berlinés ha puesto de su parte una excelente presentación. A. Pintor-Ramos M. Scheler, Conocimiento y trabajo, tr. por N. Fortuny (Buenos Aires, Nova, 1969) 309 pp. En 1926 publicaba Scheler su grueso volumen Die Wissensformen und die Gesellschaft que recogía los dos trabajos más extensos y acabados de su último momento. Si los Probleme einer Soziologie des Wissens eran desde hace muchos lustros conocidos en español, no así el segundo y más voluminoso: de Erkenntnis
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