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DOCTRINA ECLESIÀSTICA Y PENAS QUE IMPONE LA PRIMITIVA IGLESIA A LOS CLERIGOS QUE ASISTEN A LOS ESPECTÁCULOS
por VICENTF. HERNANDEZ GARCIA
Alguien pudiera creer, al observar Ia ingente multitud de espectáculos que arrastran hoy a las multitudes, que solamente este siglo xx sea esencialmente el siglo del deporte. Si consideramos Ia gama casi indescriptible de los mismos, no nos parece exagerada esta apreciación. No creemos que haya conocido Ia Historia, aunque muchos deportes tuviera Ia antigüedad, un tiempo como el nuestro en el que hayan existido tanta clase y tan variada de espectáculos. Es el fútbol, el water-polo, los toros, el cine, Ia diversidad de carreras, el boxeo, Ia lucha libre, el rugby, etc., etc., aparte de las ya tradicionales del teatro, etc. '. Pero si entendemos por espectáculos no ya Ia multitud de éstos en sentido horizontal, sino Ia aflcición a los mismos en el plano vertical, creemos que, si bien ésta ha existido en todos los tiempos, se dio más en Ia época que estudiamos, como Io conñrman, aparte de otras fuentes, los testimonios de los Santos Padres y Escritores Eclesiásticos. Es un hecho Ia asombrosa multitud de espectadores que llenaban los locales destinadas a los espectáculos en Ia antigüedad. Basta ver las innumerables alusiones de los Padres respecto a esta exagerada aflción, y aun ahora mismo recorrer las colosales dimensiones de los que todavia se conservan. En dos grandes grupos podemos dividir los espectáculos antiguos.
1. J. L. PLAZAs y A. MALUQUER, Enciclopedia de los deportes, edit. Gasso, Barcelona, 1959.
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