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SIGNIFICADO DEL PLACER Y DE LA FELICIDAD EN LA VIDA HUMANA
por A. ROLDAN
La incógnita del placer no ha sido del todo despejada en el campo de Ia Psicología, y son muchos los que se preguntan hoy por el sentido que tiene éste en Ia existencia del hombre. El papel del dolor en Ia vida, tanto bajo su aspecto fisiológico comopsicológico, ha sido más detenidamente estudiado; en parte, porque se Ie ha podido someter con alguna mayor docilidad a Ia experiencia de laboratorio, y en parte también porque el placer encierra un dificil problema ético que impone cierto respeto al que Io afronta. Es un hecho innegable que el hombre se siente irresistiblemente impulsado al placer sensible, corporal, terreno. Y no me refiero precisamente a los placeres groseros sensuales, o al que arrastra consigo el instinto conservador de Ia especie, pues si bien caen éstos dentro de Ia dirección que señalamos, no tienen en Ia vida del hombre el valor de universalidad y constancia que algunos psicólogos han pretendido asignarles. Con todo, digamos de paso que ellos nos plantean los primeros interrogantes del vasto problema hedónico; ya que, por un lado, observamos deleites que, aun prescindiendo de que caigan bajo el veto prohibitivo de Ia ley natural, repugnan abiertamente a Ia dignidad humana, y, por otro, los vemos profundamente enraizados en Ia naturaleza del hombre. Por eso, ante este hecho queda e), pensador perplejo preguntándose: ¿pero es que el placer cae enteramente al margen del destino racional del hombre en esta vida? Al decir que el hombre se siente irresistiblemente empujado al placer, nos referimos principalmente al placer sensible en su más vasto sentido. Todo ese rumor lejano de actividad incesante que percibimos al contemplar una gran ciudad desde una altura cercana, y, en general, todo el dinamismo febril que despliega el hombre en sus múltiples actividades; obe-
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