|
Galicia no tempo. Monasterio de San Martiño Pinario. Santiago de Compostela 1991 (Santiago de Compostela 1991) 452 pp., 280 láminas.
Merece la pena reseñar, aunque sea con una brevedad inversamente proporcional a su importancia, este libro cuya realización ha sido posible gracias al esfuerzo y colaboración de muchas personas y entidades que luego detallaremos. Esta obra se autopresenta modestamente como el catálogo de la exposición, porque también la exposición va mucho más allá de la concepción estática tradicional de los museos. Para comprender esto, basta fijarse en el marco ambiental de la exposición, en su argumento y contenido, en el marco ambiental y en los resultados obtenidos. La sede o marco de la exposición es el monumento más importante de Compostela, si exceptuamos naturalmente su catedral, es decir, en el monasterio de San Martiño Pinario, joya arquitectónica de primer orden realizada sustancialmente en la segunda mitad del s. XVI y primera del XVII, en estilo clásico muy al gusto de la reforma católica tridentina, para dar cobijo a la comunidad benedictina, reformada en tiempos de los Reyes Católicos, y asentada allí desde los lejanos tiempos del comienzo del culto jacobeo. Este marco ambiental no puede ser más espléndido tanto por su excepcional valor artístico como por su situación al lado del templo del Apóstol, en el mismo corazón de la ciudad de Santiago. Me atrevería a decir que a veces el marco aventaja al contenido de la exposición, aunque en realidad, la cantidad y sobre todo la calidad de las piezas expuestas realzan también sin duda alguna el valor artístico del monasterio, demasiado vacío sin ellas. La cantidad y calidad de las restauraciones realizadas tanto en el monasterio como en las piezas allí expuestas, constituyen de por sí un enorme esfuerzo y un éxito de primer orden de esta exposición. La presente muestra no se atiene, como queda dicho, a la concepción de un museo tradicional, sino que trata de captar la vida del pueblo gallego a través de su pasado y su presente, cincelada, esculpida, entallada y engarzada en las diferentes piezas expuestas, que se refieren a todas las épocas históricas de Galicia, incluida la presente. Constituye también un punto de referencia, una apelación y rampa de lanzamiento hacia las futuras singladuras de este pueblo. Cuenta esta muestra con 246 unidades, que a veces constan de varios objetos cada una, y se abre con los ídolos de Dombate de mediados del s. III antes de Cristo, para cerrarse con un espléndido cáliz y patena de Fernando Mayer (fechados en 1986) que algún anónimo regaló al Apóstol en fecha todavía más reciente. La mayor parte de las piezas expuestas son de carácter religioso, como es obligado en
|