|
EL SACERDOTE DEPUESTO O EL HEREJE NO CONSAGRA LA EUCARISTIA. DOCTRINA DE ALGUNOS AUTORES DEL SIGLO XII En Ia reseña de un interesante libro sobre el Ministro extraordinario de Ia Confirmación1 se decía hace algunos años: "Hay cuestiones en que el análisis de Ia vida histórica es imprescindible, por ejemplo en Io que se refiere a Ia potestad sacerdotal de Ia Iglesia*. Por falta de perspectiva histórica, el teólogo puede caer en Ia tentación de identificar usos muy estables con Normas divinas, cuando no pasan de ser Normas canónicas, que Ia Iglesia puede modificar... ¿Por qué Ia Eucaristía de un sacerdote excomulgado es siempre válida, no obstante Ia prohibición de Ia Iglesia? ¿Por qué se considera inválida Ia absolución, en iguales condiciones?3. Los elementos de Ia compleja historia sacramental de Ia Iglesia convergen (sin que podamos justificar positivamente toda Ia trayectoria) hacia una interpretación del poder sacerdotal en Ia que Ia división entre "Potestas jurisdictionis" y "Potestas ordinis" no corresponde en su valor originario a las definiciones canónicas..., un poder sacerdotal que por su misma esencia se da subordinado al Principio que garantiza Ia unidad de Ia Iglesia, de suerte que todas las variaciones de ejercicio impuestas por ese Principio superior convienen a Ia naturaleza misma de aquel poder; y no hay por qué estimarlas —no ya como usurpaciones arbitrarias— más ni siquiera como una mutación posterior, aunque legítima, de un estado primordial. El Sacramento de Ia Penitencia nos da todavía ahora una idea bastante clara de Ia subordinación esencial de una potestad recibida "vi ordinationis", y de Ia compenetración de Ia "potestas ordinis" y Ia "potestas jurisdictionis". Es cierto que el Sacramento de Ia Eucaristía y otros parecen eludir una tal subordinación. Históricamente es verdad que todo sacerdote puede celebrar con validez Ia Eucaristía aun fuera de Ia unidad con Ia Jerarquía de Ia Iglesia. Históricamente: ¿también necesariamente, es decir, por derecho divino? ¿Consta de veras que siempre ha sido reconocida Ia "validez ilícita" a que nos estamos refiriendo? He aquí Ia clave del problema"*.
1 MosTAZA RoDRÍGUEZ, A. : El problema del Ministro extraordinario de Ia Confirmación, Madrid, 1952. Recensión de Ia obra por GuERRA CAMPOS, J.: ComposteUanum 1 (1956) 321-27. 1 GuERRA CAMPOS, J. : El problema del Ministro extraordinario de Ia Confirmación, en Compostellanum, 1 (1956) 321. • Ibidem, pág. 322. * Ibidem, pág. 326-27.
|