|
PODER PARA EL MATRIMONIO
¿PUEDE OTORGARSE ANTE NOTARIO O CONSUL EN FUNCIONES NOTARIALES, SlN CONCURRENCIA DE TESTIGO ALGUNO, EL PODER PARA CONTRAER MATRIMONIO CANONICO?
D I CTAMEN
SaI Terrae (i), hace algo más de dos años, resolvía Ia consulta formulada por un dignísimo, culto y escrupuloso sacerdote, con cuya amistad me honro. La pregunta fué planteada en estos términos: "Me presentan un mandato para contraer matrimonio canónico; no tiene sino Ia firma del poderdante y Ia de un cónsul en funciones notariales. Mientras que yo, compartiendo el criterio de SaI Terrae, 36 (1948), 447 y 669, Io tengo por inválido, dos buenos amigos y jurisconsultos eminentes, A y B, juzgan Io contrario, porque, a su juicio, Ia enumeración del canon 1.089, párrafo 1, no es taxativa. B '10 ra/ona diciendo: La firma del poderdante, con el párroco, etc., o bien con dos testigos, según los casos, es ad probationcm tantum y no ad solemnitatem actiis. De donde se sigue que el Código eclesiástico no ha de exigir más firmas, con Ia del poderdante, que las necesarias ad probationem; y Ia firma notarial es mucho mayor prueba que Ia de dos testigos, que hasta pueden ser impúberes." Confieso previamente que soy uno de esos dos buenos amigos del consultante, concretamente B., gran aficionado al Derecho, aunque me hallo muy lejos de merecer el elogioso calificativo allí dedicado. El caso sometido a dictamen no era un supuesto puramente hipotético ; no era un problema incubado en laboratorio o seminario jurídico. Muy aI contrario, respondía a hechos reales, a Ia novela de Ia vida de una simpática mecanógrafa riojana. Trabajaba en nuestra oficina. Estaba enamoradísima de un navarra ribereño, que pocos meses antes había marchado a Francia con Ia espedí SaI TeTTM, 37 (1948), pp. 105-108.
— 333 —
|