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Salvación y Pascua
No hace mucho recensionábamosx el libro de Michel Aubineau: Homélies Pascales2. A medida que avanzábamos en su lectura se nos iba revelando un número creciente de facetas, bajo las cuales se nos manifiesta el acontecimiento salvifico de Ia Pascua y de Ia Resurrección: «Vida», «Alegría», «Luz», «Bautismo» y «Anticipo de Ia Salvación». La resurrección unió a los discípulos, les infundió fuerza y confianza y los impulsó a Ia confesión osada de que Jesús había resucitado de entre los muertos, constituyéndose así en primicia de salvación 3. Cristo, muerto en Ia Cruz y Resucitado, vino a ser el núcleo medular del kérygma evangélico. El misterio de Ia Resurrección se nos presenta como uno de los más antiguos testimonios de fe, perteneciente todavía a Ia comunidad de lengua aramea: «os transmití Io que yo, a mi vez, he recibido: que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras, que fue sepultado y resucitó al tercer día, según las Escrituras, que se apareció a Cefas y luego a los Doce» 4. La Resurrección se convirtió así en el fundamento de Ia fe en Cristo5. La celebración de Ia Resurrección constituye Ia Nueva Pascua cristiana, el acontecimiento de salvación perenne. Las implicaciones salvíficas de Ia Pascua continuaron siendo objeto de Ia predicación constante de Ia Iglesia.
1 Cf. Studium Ovetense 2 (1974) 555-60. 2 M. Aubineau, Hésychius de Jérusalem, Basile de Séleucie, Jean de Beryte, Pseudo-Chrysostome, Léonce de Constantinople. Homélies Pascales (cinq homélies inédites), Sources Chrétiennes, 187 (Paris, Les Editions du Cerf, 1972). A las siete Homilías publicadas por Aubineau limitamos nuestro trabajo. 3 1 Cor. 15, 20. 4 1 Cor. 15, 3-5. 5 1 Cor. 15, 12-19.
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