|
La segunda filípica: momento histórico y valoración de su contenido
INTRODUCCIÓN
Tan sólo habían transcurrido dos años desde que Atenas y Filipo sellaron con juramento el tratado de Ia paz fllocratea, cuando Demóstenes, a flnes del arcontado de Licisco (344-343), pronunció Ia arenga que nos ocupa ', considerada por los críticas antiguos como Ia sexta de las Filípicas. La adecuada comprensión de este discurso tiene su importancia para enjuiciar toda Ia política del orador, posterior a Ia mentada paz del 46. El tono y Ia actitud aquí adoptados contrastan fuertemente con Ia postura de serenidad y prudencia que caracterizó a su breve arenga Sobre Ia Paz, Entonces juzgó necesaria Ia tregua e impidió que su pueblo, justamente irritado con Filipo, Ia quebrantase; ahora con Ia vehemencia y ardor en él habituales parece no recordar sino «el aspecto humillante de un tratado, que ha obligado a Atenas a colocarse en Ia alianza macedónica» 2. Las circunstancias han cambiado, desapareció el riesgo de una guerra anfictiónica contra Atenas; y Demóstenes, cuyo prestigio político va en aumento, se decide a poner de ma1. Cf. DioNisio DE HALicARNAso, Carta a Ammeo, I, 10 ; W. JAEGER, Oe7Hostenes, México, v. e., 1945, p. 298, nota 23. 2. A. PuECH, Les PMlippiques de Démosthéne, Paris, 1952, pp. 148 y s.
|