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El «Genus dicendi» de Quintiliano
PECULIARIDADES LEXICOGRÁFICAS
Quintiiiano escribe sin duda como sus contemporáneos, y si bien combatió a Séneca el filósofo l y a los retóricos innovadores 3f y conoció a fondo y se propuso imitar a Cicerón, no por eso pudo sustraerse ala influencia del medio, cuyo poder éí mismo reconoce y previene con discreta observación pedagógica 3, Así es que Ie cuadra bien eljuicio que Ie aplica Riemann: «Buscabaconciliarelestilo ciceroniano con las exigencias de Ia gramática de su tiempo, y llegaba a escribir una lengua basíante correcta, pero de una elegancia estudiada y ficticia, y que permite prever que no está lejos de convertirse en lengua muerta* *. Y no es que Ie falte buen gusto y no tenga deseos de claridad y precisión y propósitos fervorosos de seguir las huellas do los modelos más puros, pero vive en su tiempo, y no puede librarse de las peculiaridades de Ia lengua y estilo del movimiento gramatical de Ia Lanitidad imperial, y participa del léxico, sintaxis y modismos idiomáticos de aquel estadio literario, que no son, ni pueden ser ya los de los prosistas de más de un siglo atrás -\
L O. 10, 1, 125 131. 2 L O. 2, 1O1 3; eo quidem res ¡sta culpa docentium recidit, ut inter praecipuas quae corrumperent eloquentiam causas» Iicentia atque inscitia declamantium fuerint Cfr* 1, pr. 24, 3, 11, 21. 3 L O, 10, I 1 24 y 25; y IQ9 1, 125; Cfr. 10, 1, 112, 4 RiEMANN, Études sur ...T, Live, Paris, 1879, pág, 10. 5 Con criterio opuesto a Valla, FiIeUo y otros humanistas de Ia segunda mitad del siglo XV; encontraban enQuintiliano cierta dureza o barbarie.hisp$nica: «hispanitatem nescio quam, hoc est, barbariem plane quaindam». (M, Pf:LAYO1 Bibli0gr. Lat*hisp., 1950, HI, pág. 224). Vendría a ser algo así como Ia patavinidad de T. Livio, y que de ser, Ia habría en el acento, sueño poi tanto de Filelfo y sus colegas.
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