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DESVIACIONES CARISMÁTICAS A LO LARGO DE LA HISTORIA DE LA IGLESIA
INTRODUCCIÓN 1
La historia del Cristianismo viene señalada desde un principio por una serie de carismas, de que son portadores los primeros Apóstoles y discípulos, como signo de una misma fe, de una unidad y de una única verdad. No hablamos, pues, de estos carismas, signos vitalizadores de Ia gracia; sino de aquellos otros movimientos espirituales que con ropaje de carisma, se han ¡do inoculando en Ia vida misma de Ia Iglesia, y que, sin entrar de lleno en el campo de Ia herejía, han venido provocando a Io largo de su historia verdaderos anti-signos de división o al menos de confusión en Ia sana doctrina y vida de los cristianos. Verdaderos movimientos para-eclesiales, al lado o en las mismas fronteras de Ia verdad que Cristo nos legara y que siempre, de manera inmutable, ha venido sosteniendo Ia Iglesia. Su historia es larga: desde el principio del Cristianismo, a seguido casi de Ia mañana de Pentecostés. La primera semilla cristiana se vio pronto envuelta en una serie de ideologías —teosofías y contaminaciones mistéricas— que pusieron a prueba los fundamentos de su doctrina y llegaron a inocular prácticas más o menos sospechosas en Ia sana y
1 Para una orientación general sobre este tema. cfr.. entre otros estudios, I. Congar, Verdaderas y falsas reformas de Ia Iglesia (Madrid 1953); G. Welter, Histoire des sectes chrétiennes des origines á nous ¡ours, (Paris 1950); las diversas Historias de religiones y las Historias de Ia Iglesia más recientes, vgr. de Fliche-Martín, Danielou-Marrou, Jedin, Bihlmeyer-Tuechle, Erhard-Neuss, Lortz, Poulet, etc.
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