|
EL ESPIRITU EN C. G. JUNG
0.
NOTA INTBODUCTOBIA
Me propongo, en este trabajo, exponer aquellos aspectos que juzgo más significativos de cómo Carlos Gustavo Jung trata el espíritu, en su extensa y compleja obra escrita. Ahora bien, puesto que Jung es fundamentalmente un psicoterapeuta, el tema del espíritu Ie interesa, ante todo, en función de su eficacia como un poderoso factor anímico, a un nivel que pretende ser psicológico o, a Io más «psicoide», no en el sentido de Driesch, ni siquiera coincidiendo con Bleuler totalmente, al que pretenecerían como a un sistema cuasi-psíquico tanto el instinto como el espíritu (Jung 1970, 120-123). De todos modos, Jung mismo admite que, sin haberlo pretendido, se encontró internado en campos muy alejados de Ia ciencia médica y psicológica, como Ia filosofía y Ia religión.
1.
EL ESPIBITU COMO POSTULADO FUNDAMEHTAL
Jung, partiendo de Ia naturalzea diferencial de Ia conducta humana entre aqueUos comportamientos que tenemos prácticamente en común con los animales y aquellos otros que son típicos —él dirá -arquetípicos»— del homo sapiens, como hacer filosofía, crear un poema, pintar un cuadro o rezar, confiesa que se ve obligado a postular un principio espiritual junto al principio material. Ambos serían, para él, igualmente desconocidos en su naturaleza íntima o nouménica: «del mismo modo que hacia abajo Ia psique se pierde en su base orgánico-material, hacia arriba pasa a una forma que es denominada espiritual y cuya naturaleza conocemos tanto como Ia de Ia base orgánica del impulso» (Jung 1970, 128). Este postulado jungiano se va a mantener en diversos niveles de aplicación a través de toda su obra. 1°. Materia-espíritu. Forman un duo, que podemos llamar último y fundamental de oposición. En un conjunto de ensayos, publicados como libro, bajo el título significativo Realidad del alma (1934), después de mostrar mómo se pasó, en estos últimos siglos, de una Weltanschauung o concepción del mundo espiritualista, como era Ia medieval, a otra
|