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EL PENSAMIENTO DE QUEVEDO (Guión bibliográfico)
Con ocasión del cuarto centenario del naoimiento de Quevedo (15801980) el recuerdo del genial satírico se hace sentir en Ia vida cultural de Ia nación. Mudho más desde sus méritos literarios que desde su pensamiento. Pero, ¿se dio en Quevedo esa reflexión meditativa que eleva Ia ocurrencia ingeniosa a pensamiento doctrinal y fecundo? Todos están acordes en que Quevedo no tiene formulado en su mente un sistema de ideas en conexión. Brotaban unas y otras en secuencia o en choque. Según que Ia circunstancia de Ia hora Io exigía. Y sin embargo, se afirma comúnmente que Quevedo es el «genio del barroco español». Precisar en qué sentido Io es desde Ia vida del pensamiento constituye un capítulo valioso en Ia historia de Ia filosofía hispánica. Pensamos, sin embargo, que aún no está escrito. Contribuir a que un día Io sea, es el propósito de este '«Guión oibiiográfico». Pretende Io que indica Ia palabra: guiar, conducir, preparar. Ya es hora de que el Quevedo literario se vea acompañado por el Quevedo pensador. Estas indicaciones están dirigidas, ante todo, a los jóvenes filósofos que necesitan tener ante sí, junto a los textos originales, un elenco selectivo de los estudios vaUosos sobre el gran escritor y un breve juicjo orientador que facilite su uso. Es esto Io que pretende este «Guión bibiiográfico». Cronológicamente queda limitado a los estudios aparecidos en los últimos cuarenta años: 1940-1980.
I.—BlBLIOGBAFIAS SOBBE QUEVEDO
Quevedo ha tenido verdadera fortuna desde el ,punto de vista bibliográfico. Ya L. Astrana Marín, a quien debemos Ia primera edición crítica de Obras Completas de Quevedo (Madrid 1932), al publicar años después el Episíoíorio Compíeío de Quevedo (Madrid 1946), da en las páginas 643-823 una bibliografía en Ia que se indican: a) las ediciones de las obras de Quevedo (pp. 645-726) ; b) las obras de otros autores que hablan de los escritos de él (pp. 727-53); c) las invectivas de que fue objeto (pp. 754^57); d) los elogios que se Ie tributaron (pp. 758^62); e) los biógrafos de Quevedo con las traducciones e imitaciones de sus obras (pp. 763-823). Cierra este excelente instrumento de trabajo una bibU,ografía general en Ia que, según un intento de selección y no de complétez, se recogen los estudios más significativos entre Ui enfadosa, así se dice, repetición de vulgaridades, en las pp. 814-23.
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