‹ Volver a los resultados
SUMMA > Biblioteca Digital > Revistas UPSA > Cuadernos Salmantinos de Filosofía > 1981, volumen 8 > Páginas 5-38. Rousseau: libertad del hombre y del ciudadano
Rousseau: libertad del hombre y del ciudadano
Pintor Ramos, Antonio
ESTUDIOS ROUSSEAU: LIBERTAD DEL HOMBRE Y DEL CIUDADANO 1. lNTBODUCCION Una de las causas que explican los constantes conflictos de nuestra época es Ia insatisfacción de importantes grupos frente al proyeoto colectivo en el que de hecho están inmersos. Amplios sectores de Ia humanidad se sienten al margen de los intereses e ideales que sostienen a los Estados de los que, no obstante, forman parte, que les garantizan el disfrute de algunos derechos y Ia satisfacción de algunas necesidades. En Ia practica, ésto conduce a situaciones difíciles: el aparato de poder del Estado es tan grande que anula, inciuso a veces utiliza, esos grupos marginales; hoy resulta utópico pensar en el ejercicio real de un mínimo de libertad sin unas instituciones políticas que Io garanticen, pero al mismo tiempo esa relativa seguridad es sentida frecuentemente como resultado del costoso precio de una proporcional merma de Ia libertad. El muy socorrido recurso a Ia voluntad de Ia mayoría no soluciona el problema de Ia conciencia que de su magirnación tienen tales grupos. Distintos sistemas políticos discuten acaloradamente si se debe poner antes Ia seguridad o Ia libertad; teóricamente, parece claro que una debería marchar paralela con Ia otra, pero en Ia práctica habrá que seguir buscando Ia piedra filosofal que dé cauce a este anhelo. El liberalismo y el absolutismo han luchado encarnizadamente desde los comienzos de Ia modernidad como alternativas para dirigir Ia convivencia humana. La crisis de Ia moderna sociedad burguesa ha dejado al descubierto que el peligro real del absolutismo con su tendencia a degenerar en despotismo no se salda con el sofisma de una libertad individual sin límites que deja el campo libre a Ia muy real presión de inhumanos poderes fácticos. Quizá más en el fondo hay un desmoronamiento del proyecto básico de esa sociedad y un consiguiente derrumbamiento de los valores que pretendía encarnar. Lo que se hace problemático entonces es que Ios distintos individuos estén dispuestos a actualizar ese pacto que, segun Ia opinión más extendida entre los pensadores de Ia modernidad, está en el fundamento de Ia sociedad. La situación es poco satisfactoria; las doctrinas contractualistas querían asegurar Ia artificialidad de las instituciones políticas para poner en manos de los hombres modernos, es decir burgueses, los resortes de transformación del antiguo Estado; no podían prever que Ia contrapartida era Ia inestabilidad de tales instituciones o
https://doi.org/10.36576/summa.677
PDF
34
x
3,2 MiB (3.402.021 bytes)
/ / : :