|
La tesis de Ia sentencia de Valencia que publicamos a continuación, es que el matrimonio puede ser nulo no sóZo cuando falta el consentimiento sino además cuando el consentimiento está viciado por falta de libertad interna, Io cual puede ocurrir en ¿as psicopatías más o menos graves y también en personas de psiquismo normal pero sometidas a circunstancias o situaciones excepcionales. La fundamentación jurídica empleada no es extensa, limitándose el ponente a citar trabajos de valor científico que Ia aportan. En íos fundamentos de hecho se presenta una prueba muy abundante, tanto testifical como documental —aunque esta última sólo está mencionada—. Eso prueba dibuja gradualmente una species facti que lleva a concluir por ¿a falta de libertad interna. La abundancia de Ui prueba ha obligado al ponente a dividiría en cuatro argumentos que en conjunto suministran una prueba sólida de nulidad. Nada se dice de Ia simukición de consentimiento que se puso en Ia fórmula de dudas pero no se aportaron pruebas. Es autor de Ia ponencia el Provisor de Ia Archidiócesis de Valencia don Vicente J. Subirá García.
|
|
Según Ia actora, después del accidente se encontraba disminuida física y psíquicamente, y su capacidad de trabajo y captación intelectual no era plena y normal. Oigamos a Ia misma actora: «Nunca jamás, de no haber tenido el occidente, hubiera formalizado relaciones con V... El accidente fue mortal, pues me dieron ya por muerta, tuve conmoción cerebral con derrame de mucha sangre y Ia pierna partida por tres sitios. Por esto en Ia convalecencia yo no estaba con mi capacidad plena y nor mal, y en ese estado fue cuando nos hicimos novios, aparte de que mi madre, no sé, creía que me iba a quedar soltera y quería a toda costa que me casara...» (Posioión 5). La misma demandante describe su estado psíquico durante los primeros meses de relaciones de este modo: «Aunque fui mejorando poco a poco del accidente mi estado físico y moral o mejor dicho mental durante mis relaciones no era normal. Me costaba mucho concentrarme mentalmente e incluso contestar una carta Io veía como una montaña, no podía. Era una especie de debilidad mental y de un dolor de cabeza impresionante cada vez que tenía que pensar algo seriamente o tomar alguna decisión de importancia...» (La misma posición). 2.—Otro hecho importante en Ia vida de esta joven fue Ia embolia pulmonar grave que tuvo en Madrid el día 12 de octubre del año 1974, cuando Ie quitaron Ia escayola del accidente anterior. Este hecho vino a agravar más todavía su estado psíquico ya anormal, no repuesto del primer accidente. Anormalidad que fue acentuándose desde entonces hasta Ia fecha de Ia boda, con algún leve intervalo. Oigamos de nuevo a Ia actora: «Mi estado nervioso era tal que todo Io vomitaba, no podía ver Ia televisión, no podía enterarme de una mala noticia... De Madrid volví hecha una piltrafa, con una gran debilidad mental. Yo no quería casarme, pero al mismo tiempo yo no sabía ni podía expresar el porqué. Estaba como tonta, e incluso cuando me llevaban a ver alguna cosa, cortinas, etc., para Ia casa, era llevada, pues iba como tonta. Tenía encima de mí como un miedo a todo, que no sabía expresar. Ahora
|