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Facultad de Pedagogía, Universidad Pontificia de Salamanca
Papeles Salmantinos de Educación -Núm. 3, 2004-
TRES CONFERENCIAS DE FREIRE Y UNA CHARLA ABIERTA CON LOS ALUMNOS EN LA UNIVERSIDAD PONTIFICIA DE SALAMANCA (II)
RESUMEN: Paulo Freire regentó en noviembre de 1984 la cátedra extraordinaria «San José de Calasanz» de la Facultad de Pedagogía de la Universidad Pontificia de Salamanca. Disertó académica y formalmente sobre «¿Para qué educamos?» y sobre «Las virtudes del educador», conferencias reproducidas ya en el número inmediato anterior de esta Revista. Pero se negó en la tercera intervención y en el encuentro directo con los estudiantes de la Facultad —que aquí se reproducen— a proceder al modo universitario tradicional y se abrió a todos en diálogo. Freire pasó frío en Salamanca. “Por los Santos la nieve en los altos; por San Andrés en los pies”. San José de Calasanz día 27 de noviembre y San Andrés día 30. No había nevado todavía, pero las heladas eran ya habituales en esta llanura que, con los fríos, invitan al recogimiento y al estudio. Freire venía del trópico, confesaba en público tener frío (así lo hizo nada más empezar el encuentro con los alumnos) y le costaba “entrar en calor”, coger el ritmo del conversador impenitente que era. Arrehojado por la vitola secular de Salamanca, por el espíritu seco, aparentemente inafectivo, de las gentes de por aquí y también por el frío, sin duda, las dos primera conferencias fueron muy académicas: un gran auditorio, un conferenciante de prestigio, la formalidad del acto, el rito, un guión con los puntos más importantes... Freire lo pasó mal embutido en esta coraza. Ocasionalmente, en cuanto el momento se lo permitía, Freire rompía, con un chascarrillo, con una anécdota o la pirueta dialéctica, los esquemas del artificio académico y provocaba el encuentro con el interlocutor, buscaba el diálogo directo en el que parecía encontrarse mejor, aprender con el otro. 303
Antonio García Madrid
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