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FAM 27 (2003) 29-51
Una aproximación a la vida sexual del discapacitado físico
José Luis Parada Navas
I. Introducción
«Todo individuo tiene derecho a recibir información y educación sobre la sexualidad, además de los medios para vivirla como persona». (Conferencia sobre los Derechos Humanos, Naciones Unidas, 1968). La sexualidad es tan antigua como el ser humano. La persona humana y la sexualidad van unidas y se repercuten ambas. No existe ninguna etapa humana en la que esté ausente la sexualidad. En la actualidad la sexualidad se ha puesto de moda y la carga negativa que pesaba sobre ella se va diluyendo poco a poco. La cultura sexual de nuestra sociedad está cambiando, pues asistimos a un cambio sustancial de una cultura negadora del sexo a una cultura que lo acepta. Constatamos un cambio en las actitudes hacia la sexualidad y, que se ha iniciado prestando mayor interés a esta realidad profundamente humana mediante la Familia, la Escuela, la Sociedad, la Iglesia. Deficiencia y sexo, es uno de los temas más difíciles y cuyo tratamiento se encuentra bastantes reticencias, un tema que ha de ser afrontado desde diversos ángulos, incluido el de las vivencias personales y las situaciones sociales. Resulta difícil enfocar estos temas con la moderación adecuada, sin provocar el tono fácil de la polémica, sin desencadenar falsas prudencias o morbosas curiosidades, sin sólo fijarnos en los casos más sangrantes. Es una cuestión delicada, que casi siempre queda escondida en la privacidad de la familia, en el drama personal y del entorno más íntimo. Todavía emergen muchos prejuicios, recelos, superficialidades, demagogias y cobardías... culpas, conflictos, rabias, frustraciones, responsabilidades. Y todo en una dimensión profunda del ser y vivir humano que
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