|
LA CONFESIÓN A DISTANCIA I. EL DECRETO DE CLEMENTE VIII
CIRCUNSTANCIAS HlSTÓRICAS
En los siglos XIV, XV y XVI no pocos autores habían defendido Ia validez del sacramento de Ia Penitencia administrado a distancia. Otros habían combatido esta sentencia, patrocinada principalmente por autores Dominicos. Ninguna denuncia había sido presentada a Ia Santa Sede, Ia cual, conocedora ciertamente de las sentencia afirmativa, en ningún documento se había declarado contra ella. El Concilio Tridentino, al hablar del sacramento de Ia Penitencia, no había tocado el tema de Ia confesión y absolución entre ausentes. La misma controversia se extinguía poco a poco, siendo cada vez menor el número de los defensores de Ia sentencia afirmativa. En las dos últimas décadas del siglo XVI, Ia sentencia afirmativa encontró nuevos patrocinadores, no ya en el seno de Ia Orden Dominicana, sino entre los Hijos de San Ignacio. Manuel de Sa, insigne exegeta y moralista }esuita, resumió su doctrina sobre Ia confesión a distancia en las siguientes proposiciones :
Absolví posse absentem alii aiunt, alii negant, ego puto posse cum causa subest...1. Non licere absenti per nuntium aut scriptum confiteri, quidam aiunt; ego cum illis sentio qui et id concedunt, et posse absentem etiam per scriptum absolvi aut per nuntium'.
La obra de este autor apareción en 1595, pero su doctrina debió ser conocida muchos años antes, enseñada quizás en sus clases de Moral o en sus famosos sermones. Otro Jesuita, Enrique Henríquez, profesor de Filosofía y Teología en Córdoba y Salamanca, había enseñado Ia validez de Ia confesión entre ausentes, y había juzgado probablemente válida Ia absolución dada a un ausente'. En 1588, Francisco Suárez, en sus clases de Ia célebre Universidad de
1 2
MANUEL DE Sx: Aphorismi Confessariorum, s. v. "absolutio". Ib., s. v. "confessio". ' HENRÍQUEz: Theol. Moralis Stimma, I, lib. 5 (De poenitentia) c. 2, n. 7, p. 220.
|