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CRITICA DE LIBROS
M. KUHEN, KANT. Una biografía. (Madrid, Acento 2003) 703 pp. Fue H. Heine, el escritor con más talento del grupo llamado das junge Deutschland, quien en 1834 escribió una frase lapidaria que pesará como una losa sobre el futuro: "Kant no tuvo una vida ni una historia". La indisimulada irritación que esta sentencia provocó y sigue provocando en generaciones de investigadores de los dos últimos siglos no disipa del todo Ia sospecha de que Ia reconstrucción minuciosa de Ia poco noticiable vida de Kant resulta irrelevante para todos los grandes temas de su filosofía y el enorme esfuerzo desplegado en el escrutinio de polvorientos archivos no queda compensado por Ia modestia de los resultados. Precisamente porque parece un caso extremo, Kant es probablemente Ia ocasión ideal para plantear un problema del gran calado teórico: cuál es el alcance de Ia biografía de un filósofo para Ia interpretación de su filosofía o, de modo más ceñido, qué espacio corresponde a las biografías en el variado continente que hoy se agrupa bajo el rótulo general de historia de Ia filosofía. La opinión dominante en Ia tradición y en las corrientes más importantes de nuestro tiempo coincide en ser negativa: los avatares biográficos del filósofo son accesorios para Ia interpretación de su pensamiento pues una filosofía es importante en Ia medida que trasciende las circunstancias efímeras en las que surgió. ¿Será por esto que los grandes aficionados a este género son anglosajones, eso sí, separándolo tajantemente de Io que es Ia práctica universitaria de sus departamentos de filosofía? Poco hay que oponer al principio anterior; pero desde hace casi dos siglos los historiadores de Ia filosofía advierten de que se trata de un principio incompleto y unilateralmente idealista: no hay un cielo platónico del significado puro y Ia universalidad que reclama una filosofía sólo es real en Ia concretez limitada de Ia obra; no se trata de reducir Ia obra a los sucesos de Ia biografía, sino de inscrustar éstos en Ia estructura de Ia obra en Ia misma medida en que ayuden a esclarecer su significado. Lo cual crea un problema difícil: Ia obra es una parte esencial (a veces Ia única esencial) en Ia trama biográfica del filósofo y esa obra no se reduce a algo que se pueda describir adecuadamente con métodos externos, sino que su centro está en su contenido, algo que hace inevitable entrar en su interpretación. Así tenemos los dos extremos entre los que se han movido las biografías de los filósofos: el hilo narrativo es el desarrollo interno del pensamiento y Ia biografía se traduce en un estudio de Ia evolución filosófica, o, en caso contrario, el hilo narrativo son los sucesos en que se ve
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