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Actualmente, el cáncer de mama es una enfermedad de primer orden en España, debido a su elevada incidencia y a la mortalidad que provoca, según reflejan estudios epidemiológicos. Aunque es una enfermedad que puede afectar a ambos géneros, tiene mayor prevalencia en el sexo femenino. La enfermedad consiste en la multiplicación de células mamarias malignas que, además, pueden diseminarse fuera del tejido mamario a través de los vasos sanguíneos o linfáticos. Por ello es fundamental realizar una buena prevención, tanto primaria como secundaria, un idóneo diagnóstico y un adecuado tratamiento, para mejorar el pronóstico y la curación de la enfermedad.
Es importante abordar a la mujer en todas las esferas de su vida (física, psíquica y social), ya que el proceso de enfermedad, así como los tratamientos o los efectos secundarios, bien de la cirugía o de la quimioterapia/radioterapia, suponen un gran impacto en las diversas esferas. Son capaces de producir modificaciones en todas sus relaciones interpersonales, siendo muy vulnerables el autoconcepto y la imagen corporal.
Finalmente, mencionar la consideración de aportar unos cuidados enfermeros de calidad, acompañados de educación sanitaria. El proceso de atención enfermero (PAE), engloba cinco etapas necesarias para poder desarrollar un plan de cuidados estandarizado: valoración, diagnóstico, planificación, ejecución y evaluación. Éste, consiste en interrelacionar los diagnósticos NANDA, con los resultados NOC y las intervenciones NIC a partir de la valoración de enfermería, consiguiendo adaptarse a las necesidades individuales de cada mujer. Esto quiere decir que el PAE entiende a la misma como un ser biopsicosocial, utiliza un lenguaje común a todos los profesionales, y garantiza una continuidad, así como seguridad en la aplicación de los cuidados.
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