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FAMILIA 51 (2015) 5-8
EDITORIAL
Familia, realidad problemática
Tras el impulso del número 50, en que hemos celebrado nuestra Bodas de Plata y cosechado algunos de los frutos merecidos tras este cuarto de siglo de historia; al hilo del espaldarazo que supone la indexación de “Familia” en el ATLA Catholic Periodical and Literature Index® (ATLA CPLI)®, seguimos roturando el terreno. Es el reconocimiento a una tarea silenciosa realizada desde el comienzo de la misma revista. Es un motivo de satisfacción y al mismo tiempo de empeño en una mejora y actualización constante de “Familia”.
Para este segundo número del curso 2014-2015 hemos querido abordar algunos problemas que surgen en el contexto familiar. Para ello, hemos solicitado algunos artículos y tampoco ha faltado la generosidad y la munificencia de muchos estudiosos del tema que nos envían sus aportaciones con absoluta gratuidad y periodicidad.
Rita Cavallotti, profesora de Sociología en la Universidad Internacional de Cataluña, nos ofrece una primera reflexión sobre la solidaridad interfamiliar a la luz del pensamiento de san Juan Pablo II, quien definía la familia como comunión de generaciones donde la pertenencia familiar, afectiva y efectiva, se extiende también a los abuelos y a los nietos, o mejor, a “los padres de los padres y a los hijos de los hijos”. No obstante, a pesar del carácter ideal de la reflexión de la autora, no olvida el aspecto que nosotros queríamos señalar en este número de la revista. Esto es lo que parece desprenderse cuando dice que “en una sociedad marcada por un fuerte individualismo –basado en un concepto de libertad carente de responsabilidad, donde cada uno hace lo que quiere, estableciendo él mismo la verdad de lo que le gusta o le resulta útil (Juan Pablo II, 1994, n.14)– se puede hacer difícil vivir las exigencias del amor auténticamente familiar”.
Javier López, Cristina Noriega, Cristina Velasco, y Francisco J. Moya-Faz, de las Universidades CEU San Pablo de Madrid y de la UCAM, afrontan las dificultades y problemas familiares que surgen con motivo de la ayuda asistencial y los cuidados a personas mayores y enfermas. La fuente de los conflictos señalan está en las diferencias y desacuerdos sobre el cuidado sustituto, los cuidados complementarios y los cuidados conjuntos. Las diferentes creencias familiares, los problemas previos a la necesidad del cuidado del mayor, la soledad que siente el cuidador principal, la falta de ayuda por parte del resto de familiares, así como las discrepancias en los criterios para
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