|
Salmanticensis 47 (2000) 393-432
FACTORES, OPORTUNIDADES E INCENTIVOS PARA LA MISIÓN EN LA IGLESIA PRENICENA
Muchos textos del NT abren una perspectiva misionera. La misión es un tema central de los evangelios y Hch es enteramente una historia de misiones. En Hch y las Paulinas el misionero por excelencia es el apóstol san Pablo. En su caso se puede hablar de una auténtica estrategia de misión '. En cambio Ia literatura postapostólica ofrece en esto un marcado contraste. No consta que después de San Pablo, Ia Iglesia primitiva haya desarrollado 2un esfuerzo misionero, consciente, formal o institucionalizado . La misión cristiana primitiva fue un fenómeno singular, que, por Io que sabemos, no tiene paralelo ni en el judaismo contemporáneo ni en Ia esfera pagana 3. Se ha dicho que el cristianismo fue el movimiento misionero más agresivo que ha conocido el mundo grecorromano 4; pero pasadas las primeras generaciones fundacionales, se ha hablado muy poco de misión. La Iglesia antigua no conoce el oficio del misionero profesional ni tampoco Ia predicación misionera5. Por eso estamos singularmente mal infor1 Cf. M. Hengel, M. «Die Ursprünge der christlichen Mission», NTS 18 (1971/72) 15-38, en pp. 17-18. 2 Cf. R. Trevijano, «La difusión de Ia Iglesia en el área mediterránea hasta Ia paz constantiniana», AHIg 9 (2000) 31-46, en p. 35. 3 Cf. D. Sänger, «Heiden - Juden - Christen. Erwägungen zu einem Aspekt frühchristlicher Missionsgeschichte-, ZNW89 (1998) 145-172, en p. 146. 4 Cf. A. Th. Kraabel, «Immigrants, Exiles, Expatriates, and Missionaries», en: Religious Propagandas and Missionary Competition in the New Testament World. Essays Honoring D. Georgi. Ed. by L. Bormann - K. DeI Tredici - A. Standhartinger. SpNT 74 (Leiden 1994) 71-88, en p. 84. 5 Cf. K. HoIl, Die Missionsmethode der alten und der mittelalterlichen Kirche, en: H. Frohnes - U. W. Knorr (Hrsg.), Kirchengeschichte als Missionsgeschichte, I. Die Alte Kirche (München 1974) 3-17, en pp. 5-6.
|