|
ESTUDIOS
Salmanticensis 46 (1999) 313-348
CELEBRAR EN EL ESPIRITU SANTO Actitudes, gestos, símbolos
INTRODUCCIÓN
Para situar correctamente este tema, nada mejor que asumir el planteamiento del Catecismo de Ia Iglesia Católica, que en su sencillez y sobriedad nos marca el camino a seguir: «En Ia Liturgia, el Espíritu Santo es el pedagogo de Ia fe del Pueblo de Dios, el artífice de las 'obras maestras de Dios' l'operum capitalium Dei'J que son los sacramentos de Ia Nueva Alianza. El deseo y Ia obra del Espíritu en el corazón de Ia Iglesia es que vivamos de Ia vida de Cristo resucitado. Cuando encuentra en nosotros Ia respuesta de fe que él ha suscitado, entonces se realiza una verdadera cooperación. Por ella, Ia Liturgia viene a ser Ia obra común del Espíritu Santo y de Ia Iglesia lopus... commune Spiritus Sancti et Ecclesiael» (n. 1091). Así pues, Ia obra del Espíritu en Ia liturgia de Ia Iglesia se concentra y resume paradigmáticamente en los sacramentos, que son las 'obras maestras de Dios', La liturgia, y en particular Ia liturgia sacramental, es el lugar de Ia acción y manifestación del Espíritu '. En los sacramentos, más que en ningún otro momento, es donde Ia Iglesia «celebra Ia venida del Espíritu y toma conciencia de su presencia y de su acción. Más aún, es toda su oración Ia que sin cesar nos trae Ia voz del Espíritu Santo»2.
1 Cf. CCE 688: «La Iglesia 1...1 es el lugar de nuestro conocimiento del Espíritu Santo>, y señala los lugares principales: en Ia Escritura, en Ia Tradición, en el Magisterio, «en Ia liturgia sacramental, a través de sus palabras y sus símbolos, en donde el Espíritu Santo nos pone en comunión con Cristo», etc. 2 A. G. Martimort, «L'Esprit Saint dans Ia liturgie», en Credo in Spiritum Sanctum. Atti del Congresso Teologico Internazionale di Pneumatologia (1982),
|