|
LA RELIGION DE LAS TURBAS. UN ASPECTO DE LA ECLESIOLOGIA DE J. H. NEWMAN
John Henry Newman no quiso asistir al Concilio Vaticano I como teólogo invitado (por los obispos de Orleans y Newport), pero su asistencia invisible al Concilio Vaticano II no se dejó de notar por muchos comentaristas. El mismo Newman tenía una capacidad de percepción intelectual muy profunda de Ia Iglesia como pueblo de Dios desde el punto de vista pastoral y patrístico, y un conocimiento de Ia diversidad constitutiva, a nivel local e internacional, de Ia Iglesia que no se ha valorado bastante. Cuando Newman volvió del viaje mediterráneo con los Froude, fue el impulsor del movimiento conocido bajo el nombre de Oxford o tractariano. No se concibe tal movimiento sin los Tracts. En su prefacio al Tract Número 1 (del año 1833), Newman escribe Io siguiente: «La Iglesia de Cristo estaba destinada a confrontarse con Ia naturaleza humana en todos sus estados» '; comentaba sobre esto en una carta a Richard Hurrell Froude, en setiembre del mismo año: «Hace poco me daba cuenta —como antes Io mismo te ocurrió a 2ti— que Ia Iglesia, por su naturaleza, es una institución popular» . Los Tracts no iban destinados, desde luego, a Ia Iglesia en su totalidad. De hecho escribía Keble que no estaba satisfecho del lenguaje que hablaba Ia clase media y se necesitaba publicar una serie nueva para los pobres 3. Pero el sueño de Newman, que animaba el movimiento, era el de una Iglesia verdadera y viva, radicada en el pueblo, sin impedimento de Ia estructura de Ia sociedad cultural inglesa del siglo decimonono. Cuando analizaban el
1 TT, 1, p. v. 2 A R. H. Froude, 19 de setiembre de 1833, LD, IV, p. 53. 3 A Newman, 5 de noviembre de 1833. LD, IV, p. 86. El Tract es el 5.
|