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SISTEMATICA
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metidas al Pueblo de Dios en Ia edad venidera y para recordar a sus oponentes el juicio predicho contra el Pueblo escogido si fallaba en su fidelidad a Dios. El climax del mensaje de calamidades del vidente llega con Ia visión de Ia caída de Jerusalén como Ia ramera «Babilonia». El autor del Apoc era sin duda un judeocristiano y son los malvados e infieles de toda raza los excluidos de Ia ciudad de Dios (Apoc 21, 8.27). Es probable que haya que trasferir a Ia polémica con el judaismo algunas de las denuncias y símbolos del Apoc que suelen leerse en el contexto de su enfrentamiento con el mundo pagano. Merece atención el enfoque propuesto para Ia exégesis de Apoc 17-18. Pero, como suele ocurrir cuando se insiste en aspectos descuidados, Ia tesis fundamental de este estudio nos parece exagerada. El foco primario del Apoc no Io constituyen los juicios sobre Israel y Jerusalén. Quizá Ia mayor debilidad de Ia tesis quede en un fallo de método. El autor ha mostrado bien que el lenguaje de denuncias e imágenes del Apoc está tomado sustancialmente del de los juicios proféticos sobre Israel y Jerusalén. Deduce que el profeta cristiano los recoge precisamente por estar también enfrentado con el judaismo de su tiempo. Pero Ia misma historia de Ia exégesis del Apoc muestra sobradamente que un lenguaje polémico tradicional (sobre todo si tiene el prestigio de texto sagrado y abunda en imágenes abiertas) se utiliza repetidamente para marcar adversarios muy distintos en contextos históricos, religiosos y políticos, muy diversos. La ramera, originalmente Jerusalén, pudo servir de imagen de Ia Roma imperial (¿o es un símbolo «tenso»?). Para intérpretes protestantes del s. xvi era Ia Roma papal. En las Cortes españolas de 1898 Vázquez Mella citaba Is 3, 4 contra el régimen de Ia regencia. R. Trevijano
2) SISTEMÁTICA
S. N. Bosshard, Erschaft die Welt sich selbst? Die Selbstorganisation von Natur und Mensch aus naturwissenschaftlicher, philosophischer und theologischer Sicht (Freiburg-Basel-Wien: Herder Verlag 19872) 263 pp. Uno de los términos clave de Ia actual teoría de Ia evolución es autoorganización: Ia vida y sus estructuras y sistemas habrían surgido espontáneamente desde sus premisas físico-químicas. Objeto de este libro es examinar Ia posible convergencia de las modernas investigaciones sobre Ia evolución y Ia teología de Ia creación. El concepto científico de autoorganización tiene su paralelo filosófico en el de «historicidad del ser». Y en cualquier caso, el discurso científico contiene siempre implicaciones filosóficas. A su vez Ia filosofía cumple una función mediadora entre las ciencias y Ia teología. Con tales consideraciones, el autor esboza ya el esquema en tres partes de su libro: Ia primera recoge los datos y teorías científicas; Ia segunda versa sobre las implicaciones filosóficas del material inventariado en Ia primera parte; Ia tercera, en fin, reflexiona teológicamente acerca de Ia entera problemática. Bosshard formula su propuesta en los términos siguientes-, «la doctrina cristiana de Ia creación y el concepto de autoorganización son fundamentalmente compatibles». Y ello porque, a su juicio, Ia categoría rahneriana
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