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LA NUNCIATURA DE MADRID EN LA ESPAAA DEL SIGLO XIX
En sus «Paliques diplomáticos», el Marqués de ViUa-Urrutia, que fue embajador en Roma, dioe que después de Roma no hay ya mas que el cielo l. La pubUcación en Roma de Ia vaUosa obra de Franco Díaz Cerio, «Regesto de Ia correspondencia de los obispos de España en el siglo xix con los Nuncios, según el fondo de \& Nunciatura de Madrid en el archivo vaticano», me dio Ia oportunidad de ir a ese cielo a presentarla, como una conferencia que pronuncié en nuestra Embajada cerca de Ia Santa Sede, el 23 de abril de 1985. Anuncié previamente, y debo reiterar Ia advertencia aquí, cuál era mi modesta ambición: no hacer siquiera un paseo de exploración, sino un simple vuelo de reconocimiento sobre un terreno que hasta hace poco tiempo era prácticamente desconocido, con las sotes excepciones de las obras clásicas de Vicente de Ia Fuente y Jerónimo Bécker, y ahora empieza a tener caminos y guías seguros, como son esa trinidad de investigadores que aparece en todas las encrucijadas y forman Vicente Cárcel Ortí (que ha acometido Ia titánica tarea de publicar Ia correspondencia de los Nuncios del siglo, uno por uno, y tiene a punto una obra general sobre el tema), José Manuel Cuenca y Manuel Revuelta, y además, con referencia al período final del siglo, José Andrés Gallego y Domingo Benavides, y con obras específicas, María Núftez, Pérez de AUrama y Rafael Sanz de Diego; además, naturahnente, de Díaz de Cerio, a quien empecé citando. Nada tan grato como reiterar ese previo reconocimiento de deuda. INTRODUCCIÓN El cuadro de Goya en que dos hombres, enterrados hasta las rodillas, luchan encarnizadamente sin poderse separar, simboUza Ia historia contemporánea d© España; es Ia historia de un pueblo parti1 Marqués de Villa-Urrutia, Paliques diplomáticos. Recuerdos de un embajador, 1* serie, 2 ed. (Francisco Beltrán, Madrid 1928) p. 162.
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