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CONSPECTUS BIBLIOGRAPHICI
ORGANIZACIÓN DE UNA BIBLIOTECA PARROQUIAL MODERNA *
por JUAN CASTEX ANAYA y un equipo de alumnos del Colegio Mayor de Vocaciones Tardías (Salamanca)
El fln que perseguimos al redactar esta bibliografía es el de facilitar al clero con eura de atoas, una relación de libros que puedan servirle de base para : organizar una biblioteca parroquial, organizar su propia biblioteca con una finalidad pastoral, saber en cada momento qué libro pueda ser el indicado para determinada persona, etcétera A tal objeto, hemos ordenado los libros no sólo por Ia materia de que tratan, sino principalmente por el modo de tratarla, en razón del fln perseguido por sus autores y de los lectores a que se dirigen. El sistema seguido difiere de las clasificaciones decimales más universales por Ia razón aducida por los directores de Ia Escuela Vaticana de Biblioteconomia: «El sistema decimal está hecho para bibliotecas de cultura general. Por Io cual, viene a resultar defectuoso cuando se trata de bibliotecas especializadas». Al tratar, por tanto, los libros de religión, es conveniente racionalizar el cuadro de materias. Este modo de pensar ha Inspirado las clasfficaciones de MARTÍN en su publicación titulada Religión, Teología, Derecho Canónico, aparecida en Canadá en el año 1938, y de J. MtrapHY LiNN, An alternative ctoustficatton for catholics oooks, Milwaukee, 1937. El P. Martín ha construido unas tablas alfabéticas y de referencias a Ia Suma Teológica de Santo Tomás. En ellas nos hemos basado fundamentalmente, sin dejar de prestar atención a Ia realidad de las publicaciones españolas. Hemos encabezado Ia clasificación de los libros religiosos con una sección de carácter propedêutico —Obras generales: Bibliografías, Enciclopedias, Diccionarios; Filosofía; Teología Natural— y Ia hemos ampliado con algunas secciones complementarias de evidente interés pastoral —Literatura ; Arte ; Cme ; Revistas—. No hemos hecho así más que seguir Ia pauta * El hecho es éste : las bibliotecas parroquiales no existen entre nosotros. En el mejor de los casos, podremos encontrar en nuestras sacristías, y despachos parroquiales unas colecciones de libros, caídos allí por aluvión, procedentes de legados testamentarios ; libros antiguos con olor a moho ; colecciones incompletas de viejas revistas. Con un criterio de crítica constructiva, presentamos un trabajo que puede constituir el cimiento para organizar sistemáticamente tales bibliotecas e infundirles vitalidad pastoral. Pío XII, en su exhortación «Menti Nostrae», recomienda a los ordinarios que vuelvan a dar «dignidad y eficacia» a tales bibliotecas. E insiste en que «no sean descuidados montones de libros, sino estructuras vivientes». Para lograr este fln —evidentemente pastoral— el Papa aconseja que «.estén al día, enriquecidas con obras de todo género, especialmente las relativas a cuestiones religiosas y sociales de nuestros tiempos». Hemos pretendido con nuestro trabajo ayudar a cumplir estos deseos del Papa. Facilitamos así un esquema —que consideramos Io més completo posible— para Ia sistematización de bibliotecas parroquiales, de Acción Católica, de los párrocos, etc. Y, seguidamente, proporcionamos una bibliografía sumaria y actual que contribuya a dar a tales btbllotecas Ia modernidad, dignidad y enriquecimiento que el Papa desea. Son los párrocos los aue deben conseguir el deseo pontificio más importante: lograr !a eficacia de tales bibliotecas.
"Salmanticensls", 4 (1957).
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