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La retórica en Ia Epístola a los romanos de san Ignacio de Antioquía
Ocuparse de Ignacio Mártir significa aproximarse a un autor fundamental de Ia literatura cristiana por su profunda espiritualidad, por su ortodoxa defensa de los principios dogmáticos y por presentarse como un hito, tanto en el testimonio de Ia historia lingüística —es el primero en utilizar Ia expresión f| Hcx$oXixT] exxXrjoía—, como en el de Ia historia jerárquica —expone por primera vez Ia organización eclesiástica según las órdenes de diácono, presbítero y obispo monárquico— y como en el de Ia historia del primado romano —expresa el lugar de privilegio que cabe a Ia Iglesia de Roma. Sin embargo, su tratamiento no es 'simple' porque todo estudio y consideración de su obra debe fundarse sobre una base textual muy discutida en su autenticidad, discusión que llega a datar sus escritos no en el 113, año aproximado de Ia muerte de Ignacio ', sino a fines del siglo ü o en el iii-iv. Para ser breves diremos que llegaron hasta nosotros tres colecciones de cartas atribuidas a Ignacio, llamadas por Ia crítica «corta», «media» y «larga». La colección corta incluye tres epístolas (a romanos, a efesios, y a Policarpo); Ia media presenta un texto más largo de esas tres y agrega las cartas a mag-
1 Cf. S. Davies, «The predicament of Ignatius of Antioch», Vigiliae christianae 30 (1976) 179. Para P. Nautin, «Ignazio d'Antiochia», Dizionario patristica e di antichità cristiane, Roma (Marietti) 1984, vol. 2, 1744, las referencias temporales de Eusebio son sólo aproximativas y debe pensarse en el período entre 110 y 130.
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