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Homilía pronunciada por el Emmo. Cardenal Amleto G. Cicognani, Legado Pontificio para Ia Clausura del Año Jubilar Paulino
(Tarragona, 36-1-1964)
En una antigua obra de artesanía paleocristiana, una lámpara en forma de navecilla, el Apóstol de las Gentes está representado en acto de surcar los mares juntamente con San Pedro ], el cual, sentado en Ia popa, maneja el timón con atenta seguridad, y Pablo, derecho en pie en Ia proa, rigido y con los brazos abiertos, otea con resolución y confianza el lejano horizonte, mientras enfurecidas ráfagas del mar se dejan sentir embravecidas. Los dos Apóstoles se dan a Ia vela con manifiesta alegria, conscientes de recorrer los caminos del Señor, de corresponder a una vocación, y de cumplir una misión divina. Pablo, con Ia frente cargada de ideas y serena al mismo tiempo, demuestra no estar turbado por preocupación alguna, superado ya todo temor humano tras múltiples y amargas experiencias, como de ello él mismo da fe en Ia carta segunda a los Corintios, «...ter naufragium fecí, nocte ac die in profundo maris fui... periculis fluminum... in labore, in aerumna, in vigiliis multis, in fame, in siti...» 2.
1. Representación simbólica atribuida a Valerio Severo.
2. 2 Cor. XI, 25-26.
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