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LA ANTROPOLOGL\ DE LA CORPORALIDAD SEXUADA EN LUDWIG FEUERBACH
El desarrollo que pretendo realizar seguidamente en torno al tema La antropología de Ia corporalidad sexuada en Ludwig Feuerbach frente a Ia «filosofía abstracta» puede, tal vez, ser tildado de una cierta arbitrariedad en su organización temática o sistematización. Porque, desde un punto de vista general, resulta bastante discutible todo intento de reducir a esquema cualquier aspecto del pensamiento de un autor que se presenta de modo harto constante cargado de ambigüedad pues al usar determinadas categorías tradicionales acostumbra a cambiarlas de sentido; de un autor cuyas reflexiones se contienen a veces en simples aforismos; que no es nada propicio a definiciones cerradas al hablar en todas partes de todo, y que —sobre todo—es enemigo de cualquier sistematización. Precisamente, una de las ideas generales que destaca de manera singular en el pensamiento de Feuerbach es su hostilidad frente a Ia filosofía anterior —principalmente Ia hegeliana, a Ia que gusta de calificar como «filosofía abstracta»— por su talante escolar, académico y, en definitiva, sistemático. Contra ella mantiene que, si cabe hablar de «filosofía», ésta «no tiene que comenzar (...) consigo misma, sino con su antítesis, con Ia no filosofía» l . Y en otro lugar especifica: «La filosofía que comienza con conceptos sin realidad concluye, consecuentemente, en una realidad vacía de conceptos (gedankenlosen Realität) (...) Es más honroso y racional comenzar con Ia no filosofía y terminar con Ia filosofía que no al revés, como han hecho muchos — exempla sunt odiosa— de los 'grandes' filósofos de Alemania» 2.
1 L. Feuerbach, Tesis provisionales para Ia reforma de Ia filosofía, Gesammelte Werke, IXIII, edición de W. Bolin y F. Jodi, Stuttgart-Bad Cannstatt 1959-64, II, 235. En adelante, salvo aviso expreso en contra, sigo esta edición, aunque traduciendo los títulos y textos que se mencionan y, dadas Ias características deI pensamiento de Feuerbach, reflejando éste expressis uerbis de modo constante. 2 L. Feuerbach, Sobre el comienzo de ¡a filosofía, II, 208.
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