|
EL MUNDO COMO CREACION. COMENTAmOS FILOSÓFICOS SOBRE EL PENSAMIENTO DE LOS PADRES HASTA SAN AGUSTIN
I No quiero referirme aquí sólo a La creación de Joseph Haydn, que es una belleza como todos sabemos, sino a otra belleza todavía mayor: Ia obra del mundo. Y digo que Ia obra del mundo, pues éste es considerado por los pensadores cristianos como obra de un Creador, y ese Creador es Dios. Pues bien, sobre tal decir quiero empeñarme en Io que sigue, aprovechándome de este número de los Cuadernos Salmantinos de Filosofía que sale a Ia luz como homenaje a Saturnino Alvarez Turienzo en el momento de su jubilación —él fue el decano que me introdujo de rondón en Ia facultad de Filosofía, a mí que venía de los fríos de fuera—. Quiero, pues, dedicar una mirada a los Padres de Ia Iglesia, terminando, ¡cómo no!, en San Agustín. Lo haré sólo en un aspecto muy preciso de su pensamiento, Io que toca a su consideración del mundo como Creación. Mi perspectiva será también muy concreta, pues me limitaré a algunos comentarios de viejos textos desde un punto de vista filosófico. Hay una manera de ver el mundo que Io contempla como conjunto desentendiéndose provisionalmente de estos o de los otros detalles: ve el mundo como universo, como un todo. La cosmología en los últimos años nos está poniendo ante los ojos un esplendoroso panorama de cómo ha sido Ia evolución del mundo desde el mismo comienzo de Ia «explosión inicial». Ella está siendo hoy uno de los últimos destilados de esa manera especial que tenemos de mirar el mundo, Ia que llamamos ciencia. Mediante el «principio de Arlequín» (en todas partes será como es aquí, porque de otra manera nada podríamos decir
|