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GIRO LINGUISTICO Y FILOSOFIA ANALITICA EN INGLATERRA
El lenguaje cobra, en Ia actualidad, importancia cultural maxima. Rara es Ia ciencia que no entrecruza alguno de sus caminos con los del tema lingüístico. De manera muy particular, ocurre esto en el campo de Ia filosofía, en donde el lenguaje, para grandes corrientes del pensamiento del siglo xx, ha pasado a ser el objeto directo y central de Ia actividad filosófica. Así, fenomenología, estructuralismo, neopositivismo lógico, neohermenéutica. Y de forma muy peculiar Ia denominada filosofía analítica ingtesa. En Ia presente ponencia, se centra nuestro interés en esta filosofía, en cuanto punto de arranque y motor de los posteriores movimientos que han ejercitado su análisis sobre el lenguaje con el propósito de solventar problemas de índole filosófica. La exposición se divide en tres apartados, en los que se pretende dar una visión panorámica del giro lingüístico en filosofía, primero, para pasar después a Ia consideración de sus presupuestos lingüísticos y conclusiones ontológicas a las que conducen tales presupuestos. Se concluye con una valoración de Ia situación actual de esta filosofía y de sus perspectivas de futuro.
1. EL GIBO LINGÜÍSTICO EN FILOSOFÍA
a) Ei hecho en sí Los problemas filosóficos, hoy, no se plantean ya como meras especulaciones sobre entidades o categorías de Ia realidad, sino sobre las expresiones que las encarnan. Así, Ia cuestión —por indicar algún ejemplo— del conocimiento humano no se presenta en preguntas del tipo: «¿Qué es el conocer humano en su esencia última?», sino en esta otra: «¿Qué queremos decir, cuando afirmamos que conocemos?». Y si —también a título ilustrativo— nos trasladamos al ámbito metafísico, Ia cuestión acerca de Ia realidad y del ser se formula de manera lingüística: *¿Qué queremos significar, cuando afirmamos que algo es real?». De este modo, el análisis de Ia razón pura kantiana ha pasado a convertirse en «análisis» de sus presupuestos lingüísticos, ya que todo juicio es una proposición y en ésta podemos descubrir, el analizarla, el contenido y Ia forma de aquél. Para constatar este traslado del interés filosófico del conocimiento a su expresión, entre Ia multiplicidad de datos que podrían aducirse, escogemos por su claridad y significado dos textos:
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