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PRESUPUESTOS 0 BASE FILOSÓFICA DE LA TEOLOGIA DE LOS SALMANTICENSES *
1. lNTBODUCCION-PBESENTACION
a) Quiero expresar ante todo mi agradecimiento al P. Enrique Rivera de Ventosa, por haberse dignado aceptar estas páginas, y admitir mi colaboración en este homenaje que tan justa y merecidamente Ie tributan sus colegas, sus amigos y sus alumnos, al coronar Ia etapa de su docencia, como profesor en Ia Facultad de Filosofía de Ia Universidad Pontificia. Por muchos títulos me siento ligado a su persona y a su labor como profesor, desde los años en que yo inicié mi carrera en Ia misma Universidad, primero como alumno, después como profesor también, y ahora como Director de Ia Biblioteca. Conozco bien el interés y el cuidado del P. Rivera por el conocimiento del libro. Nunca se ha sentido plenamente satisfecho con sus saberes. Ha acudido muchas veces a las fuentes en busca de información, o para completar Io mucho que él ya conoce sobre Ia historia de te cultura, sobre los sistemas y las líneas de pensamiento de los grandes maestros, sobre Ia historia de Ia filosofía. Y me satisface haberle prestado también alguna colaboración en este primer momento del quehacer científico. Me consta que el tema que voy a desarrollar es de las preferencias del Dr. Rivera de Ventosa. Como buen conocedor de Ia historia del tomismo, y más aun de Ia Escuela de Escoto y de Ia obra de San Buenaventura, más de una vez se ha acercado con respeto a los Salmanticenses y tomado contacto con estos teólogos, exponentes de primer orden del pensamiento tomista en Ia teología española del siglo xvn y primeros lustros del xviii. Su figura ha llegado a serle muy familiar. Los Salmanticenses interesan a todo pensador cristiano —y el P. Ventosa se ha manifestado así en más de una ocasión: «soy un pensador
(*) La obra, base de nuestro estudio, lleva este título: Collegii Salmanticensis Fratrum Discalceatorum B. Mariae de Monte Carmeli, Parenti suo Eliae consecrati. Cursus Theologicus, Summam Theologícam Angelici Doctoris D. Thomae comptectens. Consta de doce tomos y veinticuatro tratados. El tomo primero vió Ia luz en Salamanca, en 1631. La segunda parte del tomo XII, en Madrid, en 1712. En su redacción intervinieron cinco teólogos; los mas importantes fueron Antonio de Ia Madre de Dios, autor de los tratados 1-7; Domingo de Santa Teresa, que redactó los tratados 8-13; y Juan de Ia Anunciación, llamado el Salmanticense, autor de los tratados 14-23 y de una parte del 24. Victor Palmé hizo una edición completa del Cursus, en veinte volúmenes, en Parto, 1870-1883.
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