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EL MAGISTERIO INTELECTUAL DE ORTEGA Y LA FILOSOFÍA DE ZUBIRI
El problema de las relaciones intelectuales entre Ortega y Zubiri es una cuestión confusa en Ia que el punto de vista y los intereses de cada cual condicionan de modo decisivo las conclusiones. EUo se debe, en primer lugar, a que ambos filósofos han mostrado un pudor extremo respecto a sus relaciones recíprocas, las cuales quedan marcadas finalmente por una notable ambigüedad sobre su alcance último. Por eUo, el tratamiento comparativo, casi siempre desde intereses extrínsecos, ha substitudo al tratamiento historiográfico que, al chocar con limitaciones notables, conduce a resultados poco espectaculares y más bien modestos. Esto explica Ia importancia que tiene saber cuál de ambas filosofías se toma como término de comparación ya que ello decidirá en buena medida el cariz que tome el problema. Han sido fundamentalmente los continuadores de Ortega los que se han acercado el pensamiento zubiriano viendo en él Ia prosecución y el desarroUo de ayunos temas del maestro. Esto üene un fundamento indiscutible en el magisterio que Ortega ejerció sobre Zubiri y, al mismo tiempo, ofrece Ia posibilidad de construir una línea coherente de continuadores del pensamiento orteguiano como prueba de Ia eficacia histórica de éste. Es Io que J. Marías, presentándose como principal heredero de Ortega, denominó «escuela de Madrid». Sin embargo, ésto es más un problema que una solución y tiene que ser detenidamente analizado: ¿Qué significa aquí exactamente «escuela»? ¿Hablamos de «discípulos» o de «epígonos»? ¿Qué qu.'ere decir exactamente «magisterio»? ¿Implica acaso una reducción del pensamiento de esos discípulos al sustrato general del pensamiento del maestro? ¿El horizonte de ese magisterio intelctual tiene el mismo alcance teórico en todos los momentos del pensamiento de sus discípulos? Problemas graves y no fáciles de dictaminar tajantemente. Por su parte, los estudiosos de Zubiri, como se ha notado *, prestaron y prestan poca atención a Ia importancia que Ortega pueda tener para el esclarecimiento de Ia filosofía zubiriana, sin que falte quien parece considerar2 esa relación como algo anecdótico que carece de todo relieve sitemático . En efecto; cabe aducir que las referencias de Zubiri a Ortega
1 J. Garrido, 'Ortegs y Gasset, maestro de Zubiri', Anales valentinos 7 (1981) 50. 2 C. Martinez Santamarta, El hombre y Dios en Xavier Zubiri (Ed. Universidad de Salamanca 1981) p. 27, afirmaba recientemente que «el pensamiento de Zubiri
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