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Diálogo Ecuménico t. XLVIII, n. 150 (2013) 187-189
INForMEs
COMUNICADO DE PRENSA
Por tercera vez en su historia, el Congreso Ecuménico Internacional de la IEF tiene lugar en Ávila. Una vez más, como en 1982 y 1999, podremos experimentar el ambiente único de esta ciudad, la belleza de su arquitectura, así como acoger la posibilidad de una renovación espiritual, siguiendo los pasos de santa Teresa y san Juan de la Cruz. Agradecemos que en esta ocasión, los cerca de 200 participantes de nuestras 10 regiones de Europa Occidental, Central y del Este, presentes en el Congreso, puedan quedar impresionados ante la moderna Universidad de la Mística, (CITES).
La IEF surgió en 1967, a raíz de la nueva dirección ecuménica tomada por el Concilio Vaticano II (1962-1965). Cristianos católicos, clérigos y laicos, podían unirse a cristianos de otras confesiones; anglicanos, luteranos y ortodoxos, convirtiéndose en parte del movimiento ecuménico, en la forma de una nueva y única comunidad ecuménica.
Desde sus inicios, hemos vivido una comunión como cristianos de base que están agradecidos por la presencia vivificadora de Cristo y al poder de su Espíritu Santo. La oración sacerdotal de Cristo: «Que todos sean uno Padre, así como tu estás en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros para que el mundo crea que tu me has enviado» (Jn 17, 21), es para nosotros al mismo tiempo una realidad y un reto. El escándalo de la división de los cristianos, que se remonta a los tiempos de la división entre Iglesias de Oriente y Occidente, y de la Reforma y la Contrarreforma y a las guerras de religión
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