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Diálogo Ecuménico t. XLI, n. 130-131 (2006) 169-173
Mons. Amédée Grab, obispo católico (Suiza)
Presidente del CCEE*
Con gozo me uno a los que me han precedido al dar una fraterna bienvenida a cada uno de vosotros en nombre del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa (CCEE). Mi tarea es la de introducir este encuentro nuestro de Roma, primera etapa de la asamblea ecuménica europea. No soy profeta para poder decir por adelantado lo que sucederá en estos días, pero puedo intentar expresar cuáles son las esperanzas de los que han organizado esta cita y también las que yo tengo en el corazón y he encomendado a Dios en la oración, junto a tantas personas de nuestros países. En estos últimos años, como CCEE y como KEK hemos discutido largamente sobre la oportunidad de llevar a cabo este proyecto, nos hemos hecho tantas preguntas y finalmente hemos decidido ponernos en marcha. Durante una asamblea plenaria nuestra del CCEE un presidente ha dicho: “estamos obligados a ser entusiastas con este proyecto”. Se refería a la obligación que deriva de la situación histórica y también a la obligación que viene de la fidelidad al Evangelio.
* Traducción de la lengua italiana al español de la Prof. Dra. Rosa Herrera García. Revisión técnica y teológica del Prof. Dr. Fernando Rodríguez Garrapucho.
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