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HUMANISMO, ERASMISMO Y UTOPIA CRISTIANA EN EL NACIMIENTO DE AMERICA
Hablamos primero de «utopía», que puede entenderse de diversas maneras. La palabra fue inventada por Tomás Moro (1516), para descubrir un proyecto de convivencia social que no está señalado «en ningún lugar» (u-tópos) i. A Moro Ie siguieron otros autores del Renacimiento, uno de ellos Domenico Campanella con su Ciudad del SoI, que habitualmente intentaban subrayar estos dos aspectos principales: to crítica de Ia existencia inhumana que producen las nuevas formas económicas, y una propuesta de Io que debería existir como modelo de convivencia social. Vino después otra generación de pensadores utópicos, como Harrigton, Grocio, Hobbes, Locke y Rousseau. Utilizan el horizonte que ofrece Ia filosofía del Dereoho Natural para propiciar una sociedad distinta de Ia que vivían, aspirando a otra de hombres verdaderamente iguales. Ahora nos interesan los de Ia primera generaoión, en los que se van a inspirar —ilusionados— algunos de los españoles que pasan a América en el primer siglo del descubrimiento y Ia colonización. Utopía, Humanismo y erasmismo suelen ir unidos en estos primeros momentos. Luis Vives, Erasmo y Tomás Moro están presentes en el pensamiento de nuestros misioneros, catequistas y legisladores que de Salamanca, Valladolid, Sevilla o Alcalá pasan a las tierras recién descubiertas y quieren dejar en ellas aquellas trazas de humanismo y de ideas revolucionarias que habían aprendido antes en Ia Península. No todo quedó reducido así al mundo de los ambiciosos conquistadores, encomenderos y traficantes de esclavos. Tanto el Enchiridion o Manual del Caballero Cristiano de Erasmo, que acababa de publicarse en castellano en Alcalá en 1525, como las obras de Luis Vives o los Diak>gos de los hermanos Valdés, abogaban por Ia vuelta al cristianismo de los primeros tiempos, más limpio y natural,
1 Utopto: «no hay tal lugar», traduce Quevedo en el prólogo a Ia edición expurgada, que en 1617 hizo D. Gerónimo Antonio de Medinilla y Porres de Ia obra de Tomás Moro.
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