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SUMMA > Biblioteca Digital > Revistas UPSA > Salmanticensis > 1986, volumen 33, n.º 1 > Páginas 5-53. Elaboración de partida y criterios para la elaboración de una cristología sistemática
Elaboración de partida y criterios para la elaboración de una cristología sistemática
González de Cardedal, Olegario
PUNTOS DE PARTIDA Y CRITERIOS PARA LA ELABORACIÓN DE UNA CRISTOLOGIA SISTEMATICA INTRODUCCIÓN Todo gran salto o giro de Ia conciencia humana, y proporcionalmente de Ia conciencia religiosa, tiene como consecuencia el replanteamiento de su acceso a Ia verdad, y en el caso de Ia conciencia cristiana de su acceso a Ia revelación. Tales vuelcos o giros de Ia conciencia tienen lugar cuando desaparecen determinadas evidencias seculares o aparecen en Ia luz determinados órdenes de Ia realidad, que hasta entonces habían estado silenciados. En esos momentos las cuestiones de método pasan a primer pkmo, para preguntar no sólo por Ia realidad conocida, sino por el sujeto cognoscente; por el camino que nos Ueva a aquéUa y por Ia fac41idad o dificultad que el punto de partida nos ofrece. El transito de una conciencia ingenua a una conciencia crítica consiste en Ia toma de conciencia del lugar en donde, desde donde y hacia donde preguntamos por Ia verdad e intentamos poseerla. En Ia Iglesia católica hemos vivido uno de esos vuelcos de conciencia, que ha repercutido explícitamente sobre el método de hacer teología, y que nos ha llevado a revisar Ia antigua metodología a Ia vez que a esbozar otras nuevas. El Concilio Vaticano II está todavía del lado de Ia situación anterior, aún cuando ya inicie Ia situación nueva cuando establece cuál ha de ser el método con que se han de enseñar las disciplinas teológicas. La sistematización vigente en Ia iglesia católica durante los últimos siglos ha tenido dos determinantes fundamentales: ©1 esquema general legado por Ia Summa Theotogica de santo Tomás, y el método argumentativo que propone Melchor Cano en sus Lugares teotógicos. El primero seguía ofreciendo el marco general y el segundo establecía Ia forma concreta de encontrar Ia revelación de Dios en los «lugares» respectivos, y con ellos las distintas formas de argumentación. El Concilio Vaticano II canoniza en alguna manera el método que podríamos llamar «genético» o «htetórico-salvífico», que propone
https://doi.org/10.36576/summa.7279
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