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RECENSIONES 1) SAGRADA ESCRITURA P. J. Achtemeier, The Inspiration of Scrípture. Probtem and Proposais Philadelphia: The Wetsmlnster Press 1960) 188 pp. P. J. Achtemeier, profesor en el Union Theological Seminary de Virginia, pertenece a ese grupo de biblistas de tradición protestante anglosajona, que intentan construir en este momento un puente entre quienes siguen aceptando una inspiración verbal de cuño fudanientalista, y quienes prefieren prescindir de todo tipo de inspiración específicamente bíblica, al no encontrar apoyo para sostenerla ni en Ia razón ni en Ia misma Biblia. Su planteamiento, dentro de Ia tradición calvinista, es el de encontrar un camino razonable, para entender cómo se puede denominar «inspirada» a Ia Biblia y cómo puede justificarse, que en eUa se comunique una palabra normativa, que pueda guiar Ia vida del creyente lpp. 17-18). Tras un breve apunte histórico de los planteamientos que se han hecho a Io largo de !a historia (cap. I), presenta de un modo claro y bastante completo Io que él considera el doble planteamiento contemporáneo del tema en el mundo protestante: Ia visión «liberal>> y Ia «conservadora» (cap. II). Ambas tienen sus ventajas y sus inconvenientes, que se describen sobre todo en relación con el problema de Ia inerrancia biblica. Nota en particular, cómo ambas visiones parten de un presupuesto que se habría demostrado ineficaz, el modelo profético como punto de partida para una teoría de Ia inspiración. Por eUo se intenta en el cap. III un nuevo modo de acercamiento al tema desde Ia forma concreta en que ha ido naciendo Ia Biblia, y apoyándose en estudios como los de Rahner y McKenzie para Ia inspiración, y el de J. Sanders para Ia relación entre formación del canon e identidad de Ia comunidad religiosa en que nace. La conclusión es que no se puede entender Ia inspiración de Ia Biblia, si no se tiene en cuenta Ia realidad viva en que ésta ha nacido y hacia Ia que apunta: Ia comunidad israelita o cristiana. En el cap. V expone su propia visión del problema, articulada en un triple momento: los testimonios de Ia Escritura sobre sí misma, Ia estrecha relación entre comunidad creyente y Escritura, y Ia importancia de Ia formación del canon para entender Ia formación de una Escritura inspirada Cp. 105). El examen de los primeros Ie conduce a Ia conclusión de que Ia Escritura parece mostrar una conciencia de que, al menos el A.T., viene de Dios y ha sido inspirada como testimonio de los acontecimientos salvadores de Dios, pero sin preocupación alguna por las cuestiones de Ia inerrancia (pp. 112-14). La relación entre comunidad (israelita, judía o cristiana) y Escritura para dar razón de Ia inspiración se expresa en los términos de Ia sociología de Ia inspiración de McKenzie y de Ia eclesiología de Ia inspiración de Rahner (pp. 114-18). Por otro lado, si Ia larga evolución del canon, hasta Ia determinación de los Hbros canónicos por Ia Iglesia,
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