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SISTEMATICA
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tender fijarlo en un momento concretísimo puntual (p. 425). Y todo eUo sucede por Ia fuerza y en Ia acción del Espíritu o epíclesis, cuya importancia y valor destacan como ninguna otra las anáforas orientales. Creemos que Ia obra de Sánchez Caro alcanza el objetivo propuesto, y va a suponer un punto de referencia necesario para todo el que desee conocer las primitivas plegarias eucarísticas y su contenido histórico-salfíco. Además del interés eucarístico, tiene un interés ssacramentológico y Utúrgico, por detacar el valor de los signos en Ia economía salvifica y su fuerza actualizadora. La HS es el marco que enriquece y explica adecuadamente Ia actualización de los misterios (Mysteriengegenwart) de que hablaba O. Casel. La integración de los sacramentos y Ia liturgia en el dinamismo de Ia HS, como intentó hacerlo Ia SC 1-7, es su posibilidad de comprensión. No sólo los dogmáticos de Ia eucaristía, también los liturgistas y estudiosos de los sacramentos debemos alegrarnos de esta magnifica aportación. Pueden discutirse, ciertamente, algunos criterios de clasificación, como el de Ia HS horizontal y vertical, o bien puede considerarse menos práctica Ia división de textos en partes transcritas en diversos lugares para el comentarlo, o bien Ia constante repetición temática al aplicar un esquema uniforme al análisis en vez de partir de tal esquema y luego destacar Io más saliente de los textos, o incluso el que en ocasiones importantes no acompañe a Ia afirmación comentada el texto original en que se apoya... Pero estás observaciones de carácter metodológico ni discuten Ia libertad de opción del autor, ni mitigan el gran valor del estudio presentado. Al rigor investigativo, Sánchez Caro ha unido Ia sensibilidad sacramental, con Io que nos introduce no sólo en el conocimiento científico sino también en el misterio de Ia más importante tradición eucarística primitiva, sobre todo en Ia Iglesia oriental. Dionisio Borobio 2) DOGMÁTICA Fr. Petri Ioannis Olivi O.F.M., Quaestiones de incarnatione et redemptione. Quaestiones de virtutibus studio et cura Aquilini Emmen O.F.M. et Ernesti Stadter. Bibliotheca Franciscana Medii Aevi 24 (Grottaferrata: Collegio S. Bonaventura Padri Editori di Quaracchi 1981) 10* + 377 pp. El filósofo y teólogo franciscano Pedro Juan Olivi nació en Sérignan (cerca de Béziers) en 1248, y murió en Narbona en 1298. Entró en Ia Orden franciscana a los doce años de edad, y estudió en Béziers bajo Ia dirección de Raimondo Barravi, que era un seguidor de Joaquín de Fiore y un promotor para su orden de una pobreza extremadamente rígida. Pasó a Ia Universidad de París, donde oyó a varios de los primeros discípulos de San Buenaventura, como Guillermo de Ia Mare, Juan Peckham y Mateo de Aquasparta, e incluso al propio San Buenaventura, cuando en 1268 expuso los siete dones del Espíritu Santo. Talento brillante e independiente, se contentó con el bachillerato en teología, basado en Ia creencia de que el título de doctor desdecía de su humilde estado franciscano. Volvió a su Provenza natal, que era uno de los campos preferidos para las polémicas entre los zeíaníi espirituales y el resto de Ia Orden en torno al concepto y práctica de Ia pobreza evangélica. En este entorno pasó el resto de sus días, viéndose envuelto en aqueUas controversias, acusaciones, réplicas, condenaciones y exculpaciones,
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