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RECENSIONES
1) MORAL C. Díaz, El sujeto ético (Madrid, Narcea S.A. de Ediciones 1983) 269 pp. «Hablar del hombre, oficiar de abogado humanista» : tal es, según su propio autor, Ia finalidad de este libro, que se inscribe así en Ia ya dilatada nómina de publicaciones de C.D. sobre Io humano como problema, y que repropone desde nuevos ángulos Ia opción humanista-personalista como única salida válida a los intentos de liquidación de Ia persona, hoy en boga en ámbitos diversos y por diversos motivos. La primera parte («El sujeto gnoseológico») analiza Ia tensión sujetoobjeto, en Ia que C.D. ve sintetizada Ia entera historia del pensamiento humano. Se pasa revista a las antropologías devaluatorias del sujeto: el marxismo (en el que Ia variante Althusser ha supuesto su eclipse total), Nietzsche (para quien el yo es «una invención de los filósofos eleatas») y Ia filosofía analítica (según C.D., Ia culminación del antihumanismo teórico althusseriano y del nihilismo antropológico-ontológico nietzscheano). Esta reseña del «sujeto devaluado» se cierra con Skinner y su negación del hombre autónomo interior. La posición de Skinner, radical en su crudo reduccionismo, a Ia vez que señalaba el punto más bajo de inflexión del sujeto, ilustraba paradójicamente Ia inviabilidad de sus tesis: realmente una psicología sin sujeto es insostenible. El conductismo está deviniendo así un fenómeno aceleradamente residual. C.D. estudia los dos casos emblemáticos de Ia actual revaluación del sujetO: Chomsky (sin agente no hay acto; los actos psíquicos se producen desde una estructura innata que opera ab intrinsecoi y Piaget (Ia más perfecta estructura es «el sujeto epistémico», Ia subjetividad humana dotada de autoconciencia y autorreflexión). Una vez puesta a buen recaudo Ia realidad ontológica del sujeto, cabe ya instaurar un discurso sobre su dimensión ética. De ello se encarga Ia segunda parte del libro. C.D. comienza esta pesquisa sobre el sujeto ético por Kant y su dificultad para pasar del deber ser al ser, dificultad que radicaría en el rigorismo de Ia construcción kantiana: «la moral kantiana es para espartanos, para los enamorados de Ia dura lex». La filosofía analítica representa Ia otra cara de Ia moneda, a saber, Ia dificultad (más aún, Ia imposibilidad) de pasar del es al debe, derivada del prejuicio cientifista que se opone a que el debe sea deducible del es. De esta suerte los negadores del sujeto gnoseológico Io son también, y por cierto coherentemente, del sujeto ético. Mas también aquí, al igual que ocurriera con las teorías reduccionistas del yo ontológico-gnoseológico, Ia marea está bajando. La notoria deca-
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