|
EL SENTIDO «PLENO» DE LA SAGRADA ESCRITURA Y LA MARIOLOGIA
por L. TURRADO
Es un hecho notório que los estúdios mariológicos se han multiplicado de manera extraordinária en estos últimos años. Se habla de que hemos entrado en una fase mariológica '. Basta una ojeada a Ia abundantísima bibliografia que presentan las revistas especializadas, tales como «Marianum» o «Ephemerides Mariologicae», para darnos cuenta en seguida del movirtiento mariológico verdaderamente arrollador que hoy invade el mundo católico. Hay en este movimiento una característica que claramente Io distingue de los de siglos pasados, es a saber, Ia de que sus seguidores quieren ser científicos °, buscando que sus afirmaciones tengan apoyo en Ia S. Escritura o en Ia Tradición, para tratar luego de ahondar en esas verdades, señalando relaciones y enlaces que hasta entonces habían permanecido ocultos. No cabe duda que el enfoque es bueno y el programa está bien trazado, más aún, que los resultados obtenidos han sido halagüeños, y de esperar es que Io sean cada vez con más abundancia para gloria siempre de Ia que proféticamente anunció en el Magnificat: «Beatam me dicent omnes generationes» (Lc. 1, 48). De todos estos puntos referentes a Ia Mariología nos vamos a fijar en
1. Cf. G. PHiLiPS, Sommes-nous entres dans un phase mariologique?, en «Marianum», 14 (1952), M8. 2. A este respect» se han lanzado por algunos extranjeros frases bastante duras contra los mariólogos españoles. Dice, por ejemplo, G. M. RoscHiNi : «Nei Teologi spagnoli, più che un difetto nella fede, si potrebbe forse trovare un eccesso nella fede, poiché non manca chi giunge flno a ritenere, come «di fede», come «definibile» perfino il fatto deltei morte di Maria SS. Non è forse... un pò troppo?» (Il problema della morte di Maria SS., en «Ephem. Mariologicae», 3 [1953], p. 25). También B. LAURENTiN, en una reciente Enciclopedia francesa, refiriéndose seguramente al mismo aspecto que Roschini, da a los mariólogos españoles el calificativo de «místicos» (María. Etudes sur Ia Sainte Vierge, I, [Paris, 1949], p. 698). A estas acusaciones responde el P. M. PEiNADOR : «Si ese calificativo no es más que Ia designación de una tendencia (Ia «maximista», en contraposición a Ia «minimista», es decir, dar al texto biblico toda Ia amplitud de significado de que es capaz, atendidos no sólo el contexto próximo, sino también el remoto, Ia tradición y el Magisterio eclesiástico) más acusada en nosotros que en otros sectores de los mariólogos, pase. Si con ello se nos quiere oponer a los verdaderos científicos, Ia rechazamos, porque s«rfa ir contra los mismos fines de nuestra Sociedad Mariológica» («Estudios Marianos», 11 ri951], p. 54).
"Salmanttcensls", 1 (1954).
|