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BIBLIOGRAFIA
GRIEGO J. Péron, Les images maritimes de Pindare (Paris, Libr. Klincksieck, 1974) 358 pp. Las Odas de Pindaro encierran un verdadero tesoro de imágenes hasta el punto de resultar casi imposible ofrecer un estudio y análisis exhaustivo de las mismas. El autor, con muy buen criterio, se ha limitado al estudio de las imágenes que se refieren exclusivamente al mar. Era natural que un pueblo en contacto tan estrecho con el mar se dejara seducir y empleara frecuentemente un lenguaje salpicado de alusiones a Ia vida marítima: práctica de Ia vela, del comercio, de Ia pesca, de Ia experiencia de los vientos y de las tempestades, etc. De ahí el vocabulario marítimo empleado con fines simbólicos, como ocurre con el lenguaje judío en las frecuentes alusiones a Ia vida del campo, o en otros pueblos guerreros las metáforas bélicas. Aunque Píndaro no es un hombre de mar adentro por su origen, con todo ha recibido en herencia un vocabulario marítimo muy apto para expresar algunas realidades estéticas, morales, políticas o religiosas. Más aún, aunque él mismo no es marinero, escribe con frecuencia para los ciudadanos de Egina, de Bodas o de Corinto, grandes armadores y navegadores experimentados que comprendían mejor una idea cuando iba arropada con Ia veste de una metáfora o alusión marina. Por esto Jacques Péron se ha enfrentado valientemente con el mundo marino que subyace en las Odas de Píndaro. En estas páginas nos ofrece un examen muy cuidado y completo de las imágenes marítimas de Píndaro, en las Odos triunfales y en los fragmentos del poeta. Y al mismo tiempo que analiza este mundo marinero, se cuida de establecer las relaciones con Ia epopeya y los líricos anteriores al siglo V, y con los escritores de su siglo, ya se trate de líricos como Simónides y Baquílides, o de los tres grandes trágicos. Este estudio de las relaciones mutuas nos ayuda a colocar a Píndaro en su época y a poner de relieve las semejanzas que, tanto en los procedimientos de expresión como en el de Ia concepción del hombre y de Ia existencia, Io unen a sus contemporáneos. Dos son las grandes partes de este trabajo. En Ia primera estudia cuanto se refiere al navío: Ia vela, el áncora, el desembarco, etc. Se ocupa del país de las Hiperbóreas, las columnas de Hércules, del NiIo, sin olvidar Ia parte del hombre en Ia dirección de Ia nave. A continuación se enfrenta con todo Io que se refiere a Ia naturaleza: el viento, como símbolo de un estado de ánimo, de una emoción, de una inspiración. Estudia el mar y sus olas, como símbolo de una inspiración, de una emoción, de una crisis; Ia tempestad y Ia calma, el naufragio y el puerto de salvamento. Las diez páginas de bibliografía
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