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CANTO XX DE LA ODISEA
Antecedentes de Ia matanza de los pretendientes
EL REBOSAR DE LA IRA DE ULISES
El fin de este libro es cargar de metralla Ia bomba, prender ya Ia mecha para Ia explosión. En él se llevan al límite todos los hilos estéticos preparatorios para Ia venganza: las desvergüenzas de los criados, las angustias insostenibles de su esposa, el cinismo de los fementidos pretendientes. En él el corazón de Ulises va a tener que estallar de ira y su estallido repercute en Ia visión terrorifica y presagiadora de Teoclimeno. Cuatro peldaños pueden señalarse en Ia preparación de esta ira. Primero Ia desvergüenza de las criadas, segundo el llanto de Ia esposa, tercero el insulto del criado infiel, cuarto el golpe de los pretendientes. En medio, para variedad, se describe Ia preparación del último banquete, y al final como com» plemento se pone Ia visión de Teoclimeno.
ESCENA I
LA DESVERGÜENZA DE LAS CRIADAS
«Pero él dormía en el vestíbulo, el divino Ulises. Echó un crudo cuero de buey y encima muchas pieles de ovejas, que habian sacrificado los Aqueos. Y Eurínome —cómo no— Ie echó un manto ya acostado. Allí yacía Ulises despierto, tramando en su ánimo males para los pretendientes. Y ellas, las mujeres, de casa salían, las que con los pretendientes ya antes solían mezclarse, riéndose y regocijándose unas con otras.
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