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El contrapunto lucano (Hch 9, 26-30; 11, 27-30; 12, 25 Y 15,1-35) a Gal 1, 18-20 y 2, 1-10
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ESTUDIOS
Salmanticensis 44 (1998) 295-339
EL CONTRAPUNTO LUCANO (HCH 9, 26-30; 11, 27-30; 12, 25 Y 15, 1-35) A G A L 1, 18-20 Y 2, 1-10
Al presentar nuestro estudio sobre las dos visitas de San Pablo a Jerusalén, según su propio relato en GaI 1, 18-20 y 2, 1-10, recordábamos que los textos complementarios más inmediatos son los de Hch 9, 26-30; 11, 27-30; 12, 25 y 15, 1-35, cargados a su vez de oscuridades y aun disparidades. Tras haber considerado primero Io que dice el Apóstol en su contexto documental inmediato y en el de las demás paulinas, llegábamos a los siguientes resultados: San Pablo hizo su primer viaje a Jerusalén sólo para conocer personalmente a Cefas. Es un testimonio inequívoco del prestigio y posición preeminente de Pedro en esos primeros años del movimiento cristiano. La segunda visita, hecha poco más de diez años después, se debió a Ia preocupación de Pablo y los antioquenos por Ia continuación y éxito de Ia misión a los paganos. Una misión que no les imponía Ia Ley y que habían comenzado a cuestionar judaizantes venidos de Judea. Pablo, movido por una revelación, viajó con Bernabé y Tito para obtener de los líderes indiscutidos de Ia iglesia jerosolimitana el reconocimiento explícito, del que estaba seguro, del Evangelio libre de Ia Ley; pues pensaba que con este ápoyo podría frenar Ia campaña de los judaizantes. Dejábamos en pie unos interrogantes, que tratamos ahora de confrontar con los relatos lucanos '.
1 Cf. R. Trevijano, «Los primeros viajes de San Pablo a Jerusalén (GaI 1, 18-20 y 2, 1-10)», Salmant., 42 (1995) 173-209.
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